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¿Quiere ahorrar? Pues aprende de los animales (II)

8 de junio de 2018

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Ganga ortega

Ganga ortega

 

Observar, estudiar, conocer y aprender de los animales nos puede ser útil para no desperdiciar recursos vitales como puede ser el calor de nuestros cuerpos. En el reino animal, poseer un buen aislamiento térmico frente a los cambios de temperatura externos es fundamental. Veamos algunos ejemplos:

Las gangas son aves similares a las palomas, pero sus cuerpos son más robustos y compactos, con un plumaje bastante críptico les permite camuflarse en el suelo arenoso. Poseen una densa capa de plumón que les aísla de las temperaturas extremas, altas y bajas, que sufren en las regiones áridas. Las plumas de su pecho y vientre están especialmente adaptadas para absorber y retener agua, lo que permite a los adultos, en especial a los machos, acarrear agua para sus polluelos, que suelen estar a kilómetros de distancia de los abrevaderos. La cantidad de agua que pueden llevar de esta forma oscila entre 15-20ml. Los músculos alares son potentes lo que les permite despegar rápidamente desde el suelo alzarse en prolongados vuelos.

Las aves acuáticas, como los patos o los gansos, utilizan una gruesa capa de fino y aislante plumón que les facilita sobrellevar las bajas temperaturas invernales.

Los queridos y simpáticos pingüinos, son capaces de retener la mayor parte de su calor corporal y gracias a ello pueden vivir en regiones muy frías. Por ejemplo, poseen una capa de grasa bajo la piel y un sistema de vasos sanguíneos especializados en las aletas y patas que tempera estas regiones expuestas del cuerpo. Las especies que viven en regiones templadas suelen sobrecalentarse, ¿cómo?, pues poseen adaptaciones, tales como la existencia de áreas de piel desnuda en el rostro, aletas más largas y patas, que actúan como radiadores. Otra adaptación térmica se relaciona con el tamaño, ya que las especies templadas son en general pequeñas lo que les ayuda a disipar el calor más velozmente que a las especies de mayor tamaño.

Muchos animales modifican su aislamiento térmico en función de la temperatura externa, es el caso de los animales que mudan o cambian de pelaje, por ejemplo los perros y las ballenas, estas últimas varían su capa de grasa protectora dependiendo de la temperatura del agua: las ballenas son animales de “sangre caliente”, por lo que deben mantener una temperatura corporal elevada; y como no tienen mucho pelo, necesitan las capas de grasa para mantenerse calientes, por ejemplo, las ballenas más jóvenes tienen más pelo que los adultos, pero a medida que crecen desarrollan más grasa y el pelo comenzará a desaparecer.

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Termitero en forma de chimenea

Las termitas tropicales construyen sus nidos de forma que mantienen estable la temperatura interior de sus casas, aunque cambien las condiciones térmicas del exterior: las termitas edifican sus nidos teniendo en cuenta los principios básicos de la termorregulación, pues necesitan una temperatura constante para sobrevivir. Construyen sus nidos orientados en el eje norte-sur. Su forma de chimenea disipa el aire caliente, menos pesado, renovando el aire más frío en la base, gracias a una corriente iniciada en la red de conductos subterráneos que, excavados por legiones de termitas, actúan como fuente de refrigeración. Podremos comprobar esto si nos acercamos a la literatura en busca de información sobre los termiteros de la termita africana Macrotermes michaelseni que construye un característico túmulo en forma de chimenea que puede medir varios metros de diámetro y altura.

Las características de estos termiteros fueron estudiadas por un equipo de investigación de la State University de Nueva York. Los científicos escanearon los termiteros y crearon modelos tridimensionales a partir del diseño de los nidos. Los investigadores concluyeron que el diseño podía aplicarse a escala humana e influir en los sistemas de refrigeración pasiva. Esto trajo como consecuencia la construcción del primer edificio que solo utiliza el 10% de la energía que necesita un edificio convencional de su mismo tamaño, se trata del edificio Eastgate Centre de Harare, en Zimbabue. Esta construcción ha ahorrado, en sus cinco primeros años, más de 2,5 millones de euros en aire acondicionado. En el Eastgate Centre, el aire exterior entra a través de múltiples ventilaciones y la misma masa del edificio lo calienta o lo enfría en función de qué esté más caliente el hormigón de la estructura o el aire.

Explorar e investigar con más detalle es una gran manera de mejorar el conocimiento de todos estos sorprendentes animales y ponerlo al servicio de la protección del medio ambiente y por ende de los seres humanos. Proteger y respetar la vida animal y su entorno se impone.

 

 

Recordemos que “…la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Solo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.

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