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Una democracia enferma

22 de febrero de 2018

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Las más recientes denuncias no han salido de la bancada demócrata en el Congreso ni de adversarios de Trump allende los mares.

Ha sido una joven de 18 años, Enma González, de las sobrevivientes del tiroteo en la escuela secundaria de Parkland, Florida, que en medio de lágrimas y sollozos recordó a Trump que la Asociación Nacional del Rifle le había regalado 30 millones de dólares, de manera tal que, una vez instalado en la presidencia, hiciera caso omiso a las denuncias de las cada vez más frecuentes balaceras donde mueren o son heridos cientos, quizás miles de niños, adolescentes y personas mayores, ya sea en una pacífica aula, en un espectáculo cultural, un baile o una función de cine.

La proliferación de armas en manos de la población estadounidense constituye el estímulo fundamental para que estos hechos ocurran.

También un íntimo de Trump en eso de coger dinero de la tenebrosa Asociación del Rifle, es el republicano Marco Rubio, beneficiado con 3, 3 millones de dólares y convertido en un vehemente defensor de la venta de armas para cualquier ciudadano de ese país; a la vez que es el más recalcitrante enemigo de Venezuela y Cuba.

Qué dijo la joven estudiante en una concentración de miles de sus colegas:
“Dicen que leyes duras sobre las armas no disminuyen la violencia armada. ¡Mentira! Dicen que un buen tipo con un arma detiene a un mal tipo con un arma. ¡Mentira! Dicen que las armas son herramientas, como los cuchillos, y que son tan peligrosas como los coches. ¡Mentira!
“Si el presidente me dice que fue una terrible tragedia (…) y que no puede hacer nada, yo felizmente le voy a preguntar cuánto dinero recibió de la Asociación Nacional del Rifle. No importa porque ahora lo sabemos, 30 millones de dólares. Dividido por el número de víctimas por arma de fuego en el primer mes y medio este 2018 en EE.UU. da unos 5 800 dólares.
“¿Eso es lo que estas personas valen para usted, Trump? Si no hace nada para evitar que esto siga ocurriendo, el número de víctimas va a subir y su valor, a bajar. Y al final no tendrán ningún valor para usted, para cada político que recibe donaciones de la Asociación Nacional del Rifle. ¡Vergüenza!”

Recurro ahora a una recopilación divulgada en Cubadebate, donde aparecen algunos botones de muestra del significado negativo de que en Estados Unidos circulen libremente más de 260 millones de armas que están en manos de la población.

Según estos datos, 96 estadounidenses son asesinados con armas como promedio cada día; 13 000 estadounidenses mueren cada año como promedio por homicidios con armas de fuego y se calcula que 2 personas son heridas por cada 1 asesinada; y 7 niños y adolescentes son asesinados como promedio cada día por armas de fuego.

¡Qué horror! pero hay más: 50 mujeres son asesinadas a tiros por sus parejas como promedio cada mes y 13 veces más probabilidades tienen los hombres negros de ser tiroteados y asesinados que los hombres blancos; mientras 5 veces más riesgo tiene una mujer de ser asesinada en un episodio de violencia doméstica cuando en su hogar hay presencia de armas de fuego.

Y continúa: 333 homicidios por armas de fuego más hubo en los primeros doscientos días de 2017 que en el 2014; una cifra que crece cada año; mientras, el 42 por ciento de las armas en poder de civiles en el mundo están en manos de estadounidenses, a pesar de que ese país sólo tiene el 4,4 por ciento de la población mundial.

Y concluye: 1 606 asesinatos masivos por armas de fuego han tenido lugar desde el asesinato de 20 niños y 6 adultos, en diciembre de 2012, en Sandy Hook Elementary School in Newtown, Connecticut, hasta febrero de 2018. En ellos han muerto al menos 1829 personas y 6447 han resultado heridas. El promedio es de más de un tiroteo masivo por día.

Otros datos; 7 142 incidentes violentos con armas han ocurrido desde el 1 de enero al 19 de febrero de 2018 y 1 977 son los muertos en esos incidentes y 3 424 personas has resultado heridas. Del total de incidentes, 34 han sido asesinatos masivos.

Para cualquier ser humano con algo de raciocinio, serían estos, datos suficientes para poner fin a esa verdadera masacre que ocurre dentro de la civilizada población de Estados Unidos.

Se trata, sin dudas, de una democracia enferma –en estado de coma, yo diría– que requiere de una cirugía que extirpe todos sus conductos malignos, antes que una metástasis generalizada siga acabando con vidas humanas, principalmente de niños y jóvenes.

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