La voluntad de prevalecer: por los sutiles caminos de la entrevista

10 de febrero de 2018

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Marjorie Peregrín

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Cuba, Cultura, Ediciones Boloña, FILCuba2018, Literatura

Fotos: Néstor Martí

 

 

“A veces nadie sabe la labor de relojería que hace un entrevistador para armar una buena entrevista, a tal punto que muchos entrevistados, cuando leen la entrevista que el entrevistador se ha roto la cabeza para componer, se dan una palmada ellos mismos por la claridad, la coherencia, la inteligencia con que hablaron”, reflexionó el conocido periodista Ciro Bianchi al presentar La voluntad de prevalecer, de Mario Cremata Ferrán, que llega en su segunda edición a la XXVII Feria Internacional del Libro.

 

 

 

El libro recoge en cerca de 400 páginas entrevistas a 18 personalidades relevantes de la literatura, el arte, la política y la intelectualidad cubanas*. Su autor aclaró que la mayoría fueron publicadas en Juventud Rebelde, otras en Opus Habana, “por tanto la intención no es la misma. Lo que sí es claro es que todas estas figuras han sido inspiraciones para mí”.

Bianchi, profesor de varias promociones de periodistas y él mismo avezado entrevistador, comentó sobre el carácter polémico de la entrevista. “Decía Borges que es un género propio de jóvenes que no querían pensar. Sin embargo, otros lo consideran como el más sutil, el más delicado, el más interesante de los géneros. Hay una cosa cierta: uno siempre hace la mejor entrevista posible, porque la entrevista es siempre un acuerdo, un juego entre dos personas: una que pregunta y otra que responde, y a veces una entrevista interesante da respuestas tontas, y a veces preguntas tontas dan respuestas interesantes”.

 

 

“He buscado, pero no sé, no puedo decir cuándo se hizo la primera entrevista en Cuba. Casal, que fue un gran cronista, tiene una crónica en la que mezcla un poco la entrevista: se trata de una actriz que se ha ido de una compañía, se rumora que se ha llevado 400 pesos, y él va a ver al director a preguntarle si es verdad o mentira. Ahí hay un esbozo de entrevista, pero la entrevista moderna en Cuba surge el 20 de mayo de 1902 con la instalación de la República, cuando Manuel Márquez Sterling, uno de los grandes periodistas cubanos de todos los tiempos, entrevista al presidente Tomás Estrada Palma”, recordó.

Tras destacar la gran tradición que tiene Cuba en este género desde la primera década del siglo XX, Bianchi consideró que La voluntad de prevalecer “tiene un valor único, y es la maldad, entre comillas, que quizás sin proponérselo ha manejado Cremata en este libro: todos los entrevistados están en una edad muy avanzada, todos están en un momento de sus carreras en que no van a hacer nada nuevo que vaya a modificar su obra, y en ese momento Cremata los entrevista, de modo que está haciendo, a mi juicio, una entrevista para la historia. Muchas de estas entrevistas tienen el sabor del testamento”.

 

 

“Aquí hay de todo -describió-: una mujer como Rosita Fornés, relativamente fácil de entrevistar, acostumbrada a los medios, y alguien que no se deja entrevistar (creo que esta es su tercera entrevista), que es Fina García Marruz. Hay alguien tan ocupado como Eusebio Leal, que no es fácil que conceda una entrevista, y otros a quienes no les interesa dar entrevistas porque ya están de regreso de todo; para ellos una entrevista no va a añadir nada. Hay, además, personajes que no aparecen habitualmente en libros de entrevistas, como Beatriz Maggi”.

Elogió, además, la capacidad del autor para elegir a sus entrevistados, “pero también la de manejar la capacidad, o la obra, o los criterios, las ideas de sus entrevistados, porque una entrevista tiene dos momentos de preparación, una inmediata y otra remota. Sabe también llevar la entrevista a un nivel de intimidad. Imagino que Cremata estaba preparándose desde hace mucho para este libro”.

 

 

Por su parte, Mario Cremata reconoció la maestría de Ciro Bianchi y confesó que ha sido su modelo como entrevistador. “Él decía que toda entrevista lleva un proceso de maduración a la hora de concebir las preguntas, y esa maduración viene, en primer lugar, de leer a otros entrevistadores, no para repetirse, sino buscando esa malicia, ese gancho, que tienen los ya consagrados”.

Por último, agradeció el trabajo de la diseñadora Claudia Hernández Cabrera, sobre todo con respecto a esta segunda edición, que mejora cuestiones de impresión, de puntaje, de formato respecto a la anterior; a Vitalina Alfonso por la edición, a su equipo de trabajo en Ediciones Boloña y a su familia.

 

 

*Incluye entrevistas a Harold Gramatges, Alicia Alonso, Carilda Oliver Labra, Rosita Fornés, Fina García Marruz, Beatriz Maggi, Alfredo Guevara, Roberto Fernández Retamar, Zoila Lapique, Adelaida de Juan, Graziella Pogolotti, Ambrosio Fornet, Roberto Segre, Salomón Mikowski, Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, Ricardo Alarcón, Araceli García-Carranza y Eusebio Leal Spengler.