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¿Seguridad para quién?

18 de enero de 2018

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Todo indicaba que existía la esperanza a una solución del conflicto en Siria, creado por potencias extranjeras, en especial Estados Unidos, luego de la destrucción de los combatientes del llamado Estado Islámico por las Fuerzas Armadas sirias con el apoyo de aliados, en especial de la aviación rusa.

En el primer mes del año los estadounidenses mostraron sus nuevas cartas para dar continuidad al conflicto, con otro rostro, menos repudiado que el de los terroristas a quienes durante un largo período organizaron, armaron y apoyaron.

Ahora, como por arte de magia, surge la creación de las llamadas Fuerzas de Seguridad Fronteriza en el territorio bajo control de la coalición internacional que preside los estadounidenses, según informó Thomas Veale, un vocero militar a The Defense Post a mediado de enero.

Una vez más se prepara el terreno y a la opinión pública internacional para llevar a cabo sus planes. Veale señaló que “la coalición trabaja conjuntamente con las Fuerzas Democráticas Sirias para crear y entrenar a las nuevas Fuerzas de Seguridad Fronteriza”.

Informó que actualmente se entrenan a unos 230 combatientes, pero se aspira a que esas tropas dispongan de unos 3000 militares, distribuidos a lo largo del valle del rio Eufrates, que representa la frontera occidental del territorio sirio.

Más de una vez el Gobierno sirio ha señalado que la lucha antiterrorista no justifica la presencia de la Coalición en su país, sobre todo porque solo ha servido para apoyar a quienes supuestamente debieron combatir.

Para Fateh Hassun, miembro de la delegación opositora siria en las negociaciones de Astaná, que pretende lograr acuerdos de paz para esa nación, “ese paso no ayudará a conservar la integridad de Siria ni defender sus fronteras, todo lo contrario: conducirá a la escisión en Siria y provocará una larga guerra en la frontera con Turquía –porque amenaza su seguridad– y desencadenará otra guerra contra los componentes del pueblo sirio”, dijo.

Por su parte, el presidente turco, RecepTayyip Erdogan, amenazó con eliminar a estas tropas y comenzar la operación en Afrin “en cualquier momento”, y los medios locales ya informaron sobre el despliegue de vehículos blindados turcos a lo largo de la frontera.

El Canciller ruso precisó por su parte que “fuerzas de seguridad fronterizas”, integradas por remanentes del Estado Islámico, constituyen el instrumento armado de la coalición para hacerse de una gran porción del norte de Siria.

Explicó que en la zona norte iraquí y al este del río Éufrates se situaron los grupos armados, en su mayoría de membresía kurda, apoyados y protegidos por Estados Unidos, al denunciar el intento de una división artificial de Siria.

Creada la peligrosa situación muchos especialistas se preguntan quiénes serán los beneficiarios de la prometida seguridad que desconoce los esfuerzos realizados por Siria, Rusia e Irán por lograr el fin del conflicto y la recuperación de Siria en paz.

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