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En la mira de Trump

30 de noviembre de 2017

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De nuevo trascendió que en cualquier momento el presidente Donald Trump retirará a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que incluye también a Canadá y México, debido a los continuados encontronazos del mandatario estadounidense con la empresa automotriz de su país.

Lo cierto que este último ente no es netamente norteamericano, sino que incluye a empresas intrarregionales como Toyota, Hyundai y Volkswagen, que utilizan el Norte de América como plataforma productiva y se oponen a que la Casa Blanca erija un nuevo obstáculo en lo que concierne a la rentabilidad.

El principal problema surgió cuando el equipo de Trump propuso modificar un artículo que dice que se requiere que el 62,5% del valor de un vehículo sea producido en la región para que pueda recibir el trato comercial previsto en el tratado. Los negociadores de Washington proponen que tal índice se eleve al 85%, y que la mitad de este provenga de Estados Unidos, cuestión que expertos aseguran que EE.UU. no podrá cumplir.

Ello pone en entredicho a la propia industria automotriz norteamericana, cuyos grupos económicos, muy poderosos, por cierto, tratan de impedir el derrumbe del tratado, luego que Trump intentó establecer que sea revisado cada cinco años.

Lo peligroso de esto es que la coalición estadounidense no ha sido oída cuando advierte a la parte oficial norteamericana que el TLCAN es el soporte institucional de inversiones que superan los 1,2 billones (12 000 millones de millones) de dólares en la región, y que abandonarlo pondrá en peligro otras en los próximos meses, por más de 9 500 millones.

Aunque Trump prometió en la campaña electoral la creación de nuevos empleos, de ser golpeada esa rama estarían en peligro 940 000 en forma directa, sin contar que las 16 700 agencias distribuidoras de automóviles y camiones que operan en Estados Unidos generan más de un millón

Esa coalición, integrada por la Asociación de Productores  de Motores y Equipos y la Asociación Estadounidense de Concesionaros y Distribuidores de Automóviles ha argumentado que el sector automotriz de EE.UU. se ha fortalecido con el tratado, y la competitividad internacional ha aumentado, debido a que se colocan un millón más de vehículos en el mercado mundial que antes del convenio

Pero para Trump eso no es suficiente, tal como lo demostró al acabar con el acuerdo transpacífico, porque EE.UU. hubiese tenido que sacrificar ganancias y los más beneficiados serían los productores japoneses, cuya cadena de valor depende más de las importaciones provenientes de China.

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