La inestable estabilidad
28 de noviembre de 2017
|
No se trata de un simple juego de palabras para atraer al lector, sino de una realidad de la Alemania actual, luego de unas elecciones donde la actual Canciller, Angela Merkel, se encuentra en una encrucijada y requiere de una coalición que le permita mayoría en el Parlamento.
La reconocida y ahora ansiada estabilidad de la nación ha sido elemento clave para que la Unión Europea lleve adelante sus proyectos económicos, en los que Alemania ha jugado y juega el papel de una locomotora, capaz de llevar tras de sí al resto de las naciones comunitarias.
Sucede que las cosas no le salieron bien a la actual Canciller Federal, quien calculó que tendría una mayoría estable en el Parlamento. El Partido Democrático Libre (FDP) era la clave para constituir una coalición que dieron por llamar Jamaica y que permitiría esa estabilidad.
El bloque conservador, formado por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) y los Verdes contaría en el Parlamento, de tener el apoyo del (FDP) 393 de los 709 asientos del Bundestag, es decir, el 53 por ciento, pero al no contar con los liberales la alianza verde-conservadora solo llega al 44 por ciento de los diputados.
Ante esta situación, a la Canciller solo le queda o formar un gobierno en minoría, lo que sería la primera vez en la historia de esa nación, o celebrar nuevas elecciones y en cualquier de los dos casos, ella tendría que contar con la decisión final del Presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, quien será el protagonista de tal situación.
Según especialistas, con el fracaso de las negociaciones para formar gobierno de las últimas semanas, convocar a nuevas elecciones sería la salida más viable. Paralelamente diferentes encuestas de opinión señalan que de celebrarse en breve tiempo, estos arrojarían los mismos resultados alcanzados en setiembre.
El Presidente alemán es contrario a estos comicios adelantados y llamó a fines de noviembre a los partidos en pugna a continuar las negociaciones para llegar a un acuerdo que permita la formación de una coalición, lo suficientemente fuerte, para gobernar en mayoría.
En este escenario complejo y lleno de especulaciones, se escuchan demandas tales como que Merkel renuncie, otros le llaman un callejón sin salida y los más optimistas esperan que los políticos sigan los consejos del Presidente y logren una solución..
Mientras no exista, la sombra de la inestabilidad reinará en Alemania y mucho más allá de sus fronteras, pues sería para los germanos adentrarse en un terreno históricamente inexplorado, sobre todo porque ni siquiera se puede plantear un voto de confianza a la Canciller ni disolver el Parlamento, ya que ella, en estos momentos, es una jefa de gobierno “en funciones”.
Ante esta realidad, muchos políticos se preguntan si la Unión Europea actual, con la inminente salida de Gran Bretaña, y después de 12 años del liderazgo de Merkel podrá llevar adelante sus planes de renovación.
Comentarios
