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Muere el compositor francés Francis Poulenc

29 de marzo de 2013

A pesar de que el siglo veinte fue testigo de radicales y profundas transformaciones en la técnica musical, algunos artistas lograron una creación seria y perdurable sin abandonar los fundamentos tradicionales de la composición. Para ellos, la melodía el sentido de la tonalidad, la armonía histórica y la emotividad expresiva conservaron su legítimo valor en el trabajo composicional.
Y entre los compositores que manejaron la tradición con un sentido nuevo y eficaz, se encuentra el francés Francis Poulenc, quien sin atenerse a normas prefijadas y abriendo su imaginación a todo cuanto de humano y expresivo pudiera tener la música, dejó una extensa obra caracterizada por la frescura, la espontaneidad y un sentido feliz y risueño de la vida.

No existe página de Poulenc que no nos cautive desde sus primeros compases y, aún en sus obras más profundas, como la ópera “Diálogo de carmelitas”, Poulenc conmueve y se comunica con el oyente en primera instancia.

Y aunque Poulenc fue, en realidad, uno de los miembros más destacados del grupo francés de “Los Seis”, él no se ciñó a un ideario rígido ni a conceptos que mermaran su creación. Su norma era el instinto y rechazaba cualquier tipo de regla o lineamiento para la composición. Sus únicos propósitos evidentes eran el retorno a la melodía continua y expresiva, la vuelta a ciertos procedimientos barrocos y clásicos, y la búsqueda de una emotividad clara y directa.
Francis Polenc murió en París, a los 31 años de edad, en 1930, UN DIA COMO HOY.