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La canela en la mira

17 de octubre de 2017

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Por mucho tiempo la canela ha sido de esas especias que no pueden faltar en nuestra cocina. En el apartado de la repostería, no se conciben postres tradicionales como el arroz con leche, la harina en dulce o el boniatillo, para no seguir haciendo la lista extensa, a los que no se les adicione una ramita de canela durante la cocción o se le espolvoree canela en polvo por encima una vez acabados. Entre las infusiones está también presente la canela. Tradicionalmente el té de canela se utiliza para aliviar problemas digestivos y también para el alivio de la dismenorrea en las mujeres que menstrúan. Incluso algunas personas gustan de adicionar canela en el café para darle más sabor o incorporarle su dulzor natural.

La realidad es que desde la antigüedad la canela ha sido valorada por sus poderes culinarios, medicinales y conservadores naturales. Descrita por primera vez por Shen Nung, el padre de la medicina china, alrededor del año 2800 AC, los antiguos egipcios la utilizaban como parte del proceso de momificación. En el siglo primero los europeos atesoraban tanto esta especia, que pagaban 15 veces más por ella que por la plata.

La canela es en realidad la corteza marrón del árbol de canela. Se puede encontrar en forma de rama o molida como un polvo fino. Rica en aceite esencial, la canela contiene componentes activos que incluyen cinamaldehído, acetato de cinamilo y alcohol de cinamilo. Algunos de estos componentes son los causantes de muchos de sus beneficios terapéuticos.

Existe una historia increíblemente larga de uso tradicional de la canela en todo el mundo. Con propiedades antiinflamatorias, antifúngicas, antibacterianas, antimicrobianas, antivirales y antioxidantes, la canela ha sido utilizada durante milenios tanto en la medicina oriental como occidental. Sin embargo, desde hace algunos años, existe un uso de la canela que se ha ido colocando en la mira de muchos investigadores a nivel internacional. Se trata de su empleo para el control de la glicemia en la diabetes mellitus, una enfermedad metabólica con efecto negativo sobre la mayoría de los órganos y sistemas de órganos de nuestra anatomía.

Desde hace años, algunos estudios sugieren diferentes beneficios de la canela en relación a la diabetes. Sin embargo, las investigaciones desarrolladas a lo largo del tiempo por distintos grupos de especialistas demuestran resultados contradictorios, que no logran llegar a un consenso.

El primer trabajo publicado sobre este tema fue el de Khan y colaboradores. En un total de 60 pacientes con diabetes tipo 2, con índice de masa corporal medio desconocido, compararon dosis de canela de 1, 3, y 6 g con placebo durante 40 días de tratamiento y 20 días de seguimiento sin tratamiento. Como resultado se detectó una disminución significativa de las concentraciones séricas de glucosa (18-29%), triglicéridos (23-30%), colesterol unido a lipoproteínas de baja intensidad (7-27%) y colesterol total (12-26%).

Respecto a la metodología de investigación, en el estudio resultó criticable no haber controlado el tipo y tiempo de tratamiento farmacológico antidiabético de los pacientes. Así mismo no fueron evaluadas las posibles modificaciones de dosis de los fármacos durante el seguimiento y tampoco se controló la ingesta dietética o la práctica de ejercicio físico de los pacientes en ninguno de los grupos.

A pesar de ello, como puntos fuertes del trabajo pudo citarse la ausencia de efectos adversos y la duración del efecto en la glucemia hasta 20 días después de retirar el tratamiento.

En trabajos posteriores a este no solo se ha valorado el efecto de la canela en la glicemia, sino también otros posibles efectos fisiológicos. Además, se han realizado estudios de revisión de los ensayos clínicos de la bibliografía.

Desafortunadamente hasta el presente, los estudios realizados en humanos son escasos y de poca calidad metodológica, ya que en ellos no se controla el ejercicio físico ni la ingesta dietética basal de los pacientes y tampoco se estratifican o controlan el tratamiento farmacológico de la diabetes y otros factores metabólicos como la presión arterial o los valores de lípidos.

Es por ello que la opinión científica continúa sin ser unánime respecto a la efectividad de la canela en el control de la diabetes y mientras unos investigadores sostienen que los beneficios son significativos, otros opinan que su efectividad varía de paciente en paciente, siendo así muy difícil establecer la dosificación y la duración de tratamiento.

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