ribbon

La promoción es importante pero no determinante

10 de octubre de 2017

|

 

eduardomatin

 

Hay músicos que casi todos los días están presentes en la pantalla chica, tengan o no una trayectoria profesional importante y, naturalmente, como son “famosos” tienen gran demanda del público. Pero no olvidemos que la fama es algo transitorio, porque lo único que garantiza la trascendencia de un artista es su excelencia.

No voy a mencionar a quienes son promocionados excesivamente, pues sería poco ético, pero sí cabe preguntarse: ¿por qué músicos de gran relevancia sólo ocasionalmente aparecen en los programas de televisión?; ¿por qué intérpretes cuyo repertorio es banal o intrascendente son prioridad en los espacios televisivos?; ¿por qué la música bailable es la más promocionada?; ¿por qué intérpretes y compositores reconocidos internacionalmente por su calidad, en nuestro país apenas se conocen? Estas son algunas de las interrogantes que preocupan a muchas personas amantes del buen arte, pero no son las únicas. Y aunque haya quienes utilicen la promoción como vía para llegar a ser “famosos”, hoy me referiré a un músico a quien no le ha hecho falta esa estrategia, para convertirse en un artista de excelencia: Eduardo Martín.

De formación académica cubana, y graduado de la Universidad de las Artes (ISA), Eduardo ganó, a través de un concurso, la plaza de solista en la Agrupación Nacional de Conciertos, en 1985 y, seis años después se convirtió en el primer compositor latinoamericano laureado en el Concurso Internacional de Guitarra de Radio Francia. Varias de sus obras han sido nominadas a los Premios Grammy, sin contar la infinidad de galardones obtenidos  en diferentes eventos nacionales e internacionales como intérprete y compositor.

Este artista cubano ha viajado a numerosas ciudades latinoamericanas, europeas y estadounidenses, y en el año 2003, el Concurso Internacional de Guitarra Villed’Antony, de París, le comisionó para que compusiera la obra obligatoria en estreno mundial, y cuatro años después, el sello GSP de San Francisco, California, lanzó su fonograma “Angels in thestreet”, ubicado por la crítica especializada en los más altos niveles de la literatura guitarrística contemporánea. Sus creaciones han sido registradas por los sellos EGREM, ART COLOR, UNICORNIO y COLIBRÍ DE CUBA, y otros de Uruguay, Inglaterra, España, Argentina, Estados Unidos, Japón, Costa Rica, Francia, México…

La crítica especializada considera a Eduardo Martín un alto exponente del mejor arte musical de nuestros días. En el año 2003, Oscar Ghiglia, de Radio Geneva, Switzerland expresó: … “es considerado en mi congregación musical como el Piazzolla de la guitarra cubana /…/ Eduardo sólo navega en obras maestras.” A. Gómez, en “Mundo Clásico” de República Dominicana opina que “Su obra está al final de todas las revoluciones, en las vanguardias del siglo XXI”. Refiriéndose al CD “Cien años de Lecuona”, donde Martín rinde homenaje a ese compositor cubano, el Premio Tomás Luis de Victoria, Harold Gramatges, escribió: “Sus obras reflejan la esencia misma de nuestras raíces y se abren al ámbito caribeño, antillano, latinoamericano, resumiendo un mundo sonoro que proyecta nuestra identidad cultural.”Y no puedo dejar de mencionar el Premio Casa de las Américas que obtuvo como compositor, en el año 2011.Creo innecesario continuar citando los criterios especializados, porque todos tienen un denominador común: Eduardo es un gran músico de nuestros días.

Es importante señalar que, en sus frecuentes giras internacionales, siempre realiza recitales, clases magistrales, seminarios, talleres… y que su catálogo incluye obras para guitarra sola, conjuntos de cámara y solistas con orquesta sinfónica; muchas de ellas integran los programas de estudio de la guitarra en diversos países y forman parte del repertorio de prestigiosos artistas. También ha creado partituras para bandas sonoras de documentales donde participa como intérpretes. A partir del cuarteto “Guitarra cuatro”, Eduardo ha fundado otros pequeños conjuntos, como los dúos: “Confluencia”, junto a Walfrido Dominguez y “Martin”, junto a su hija Galia, quien también es una excelente guitarrista.

Y por si todo cuanto he expuesto en este comentario le resultara insuficiente, debe saber que, preocupado siempre por la promoción de otros guitarristas importantes, en el año 2006 fundó en Casa de las Américas el espacio: “Viaje a la Guitarra” donde cada año se presentan grandes intérpretes latinoamericanos. En 2010 inauguró en la Casa del ALBA Cultural su espacio regular de concierto: “En Confluencia”donde, además de escucharse las interpretaciones de cubanos y de otras latitudes, el anfitrión dialoga con músicos, pintores, escultores, escritores, bailarines…

Espero que este recorrido por la trayectoria profesional de Eduardo Martín, le haya convencido de que la promoción es importante, pero no determinante.

Galería de Imágenes

Comentarios