Salomón

2 de octubre de 2017

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Jesús Francisco Yagües

 

Nuevamente el Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional, Palacio de Bellas Artes (MNBA), se convirtió en anfitrión de la presentación de un libro de arte. Esta vez se trató de “Salomón”, volumen o suerte de carpeta dedicado a la trayectoria artística de Santiago Rafael Armada Suárez (Chago), de la editorial Asterisco, y de la autoría de Caridad Blanco de la Cruz, curadora, crítica de arte y especialista del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, resultado de casi 30 años de paciente investigación.
Chago (Palma Soriano, Santiago de Cuba, 1937-La Habana, 1995), graduado en la Escuela Profesional de Comercio de La Habana en 1954, durante el período revolucionario, muy joven aún, se une a los rebeldes en la Sierra Maestra en la Columna 1 “José Martí” y posterior al triunfo de la Revolución laboró, con la disciplina que siempre lo caracterizó, como diseñador del periódico “Granma”, hasta su fallecimiento a la edad de 58 años. Ganador del Primer Premio en el 1962 Youth Festival, Helsinki, Finlandia, y de la Medalla de Bronce en la Feria Internacional del Libro de Leipsig, Alemania, en 1965, Chago fue el creador de dos populares personajes de las tiras cómicas o historietas cubanas: Julito 26 – que apareció en mayo de 1958 en el diario “El cubano libre” – y el polémico y controversial Salomón, nacido el 21 de noviembre de 1961 para el suplemento gráfico “Rotograbado”.
En la presentación de “Salomón”, Jorge Fernández, director del MNBA, expresó, que Chago, “está considerado como una de las figuras más relevantes de las artes plásticas cubanas de la generación de los sesenta del siglo pasado, al igual que lo son: Servando Cabrera Moreno, Raúl Martínez, Antonia Eiritz y Umberto Peña”; mientras que Roberto Cobas, curador y especialista de la institución manifestó que el ensayo de Caridad Blanco, que acompaña el relevante material, constituye un texto luminoso que refleja perfectamente la inmensa humanidad de Chago.
Caridad Blanco, en su intervención titulada “Abriendo el cajón”, resaltó la incomprensión que sufrió en su momento Salomón y su descubridor, atribuyéndola a que Salomón, siempre de forma crítica, unas veces encarnaba al individuo y otras era el reflejo de la sociedad – cuestionándola como búsqueda de la verdad –, además de emplear la sexualidad para revelar la hipocresía moral del ser humano.
“Salomón” consta solo de 50 ejemplares, que serán distribuidos en bibliotecas e instituciones especializadas; es una original y bella carpeta, diseñada por Dieiker Bernal, destinada a proteger y conservar la obra de Chago, que incluye un cuaderno, editado por Jamila Medina y traducido al inglés por Daniel Díaz Mantilla y Maricet Agríelo, así como 25 impresiones de las tiras de “Salomón”, que en un momento dado se pueden montar y ser expuestas.