La electricidad que mata y cura (IV)

24 de julio de 2017

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Bruno Henríquez

Formamos nuestras herramientas y luego éstas nos forman a nosotros
Marshall McLuhan

 

Armas eléctricas en las leyendas y el imaginario nazi el martillo de Thor

 

 

Si bien en la CF se anticiparon algunas de las armas que tenemos hoy y esto sirvió de inspiración a quienes crearon muchas de las armas modernas, hubo también algunos adelantos tecnológicos que se trataron de extraer de las leyendas de los pueblos y la mitología, sobre todo por la suposición de que aquello que alguien puede imaginar otra persona en algún momento lo puede realizar.

Los nazis quisieron recrear el arma más poderosa de los dioses del Valhala, el Mjolnir o martillo de Thor, que era capaz de aplastarlo todo y de emitir rayos y truenos.

Algunos estudiosos sugieren que Mjolnir podría estar relacionado con la palabra rusa molniya (rayo o relámpago) lo que da la idea de que Thor era el dios del trueno y los rayos.

Mjolnir se describe como una de las armas más temidas en la mitología nórdica. En ellas se relata que es utilizado para derrotar a todos los que desafíen la supremacía de los Æsir o dioses de la mitología nórdica. Aunque generalmente es representado y descrito como un martillo, a veces se lo menciona como un hacha o un garrote. Uno de los mitos más populares sobre su origen es relatado en el Skáldskaparmál, donde se menciona que los enanos Sindri y Brok lo forjaron y obsequiaron a Thor como parte de una apuesta con Loki hermanastro de Thor.

Thor usaba su martillo como elemento mágico regenerador y dador de vida. Cuando Thor necesitaba alimentarse mataba y cocinaba a las cabras que tiraban de su carruaje, luego con Mjolnir a partir de los huesos regeneraba la carne y les daba vida nuevamente

 Entra las características mágicas de Mjolnir estaba que podía golpear tan fuerte como Thor quisiera, desde un leve toque, apenas perceptible hasta un golpe destructor capaz de desintegrar montañas. el martillo podía encogerse según se quisiera para poder ser guardado en el cinturón o una bolsa y luego agrandarse cuando se necesitara usarlo.

Los dioses nórdicos eran tan poderosos como las herramientas y armas que poseían. Mjolnir es un arquetipo crucial para la supervivencia y perpetuación de los nórdicos y sus costumbres. En el contexto mítico, se puede concluir que sin Mjolnir, la habilidad de Thor de mantener el equilibrio cósmico hubiera estado constantemente amenazada por los gigantes, la serpiente del mundo y los dioses imprudentes.

 

Los Nazis querían, en especial Himmler, en su suposición de que no estaban perdiéndola guerra, encontrar y reactivar el martillo de Thor, usando las más modernas tecnologías.

Como una de sus últimas extravagancias, a las que tan acostumbrados tenía a sus subordinados, transmitió a la Oficina Técnica de las SS la orden de construcción del arma eléctrica “milagrosa”, utilizando si era necesario los últimos avances en fisión nuclear que en 1942 debatían los miembros del Consejo de Investigación del Reich como una posible vía para la construcción de la bomba atómica nazi.

Cuando los nazis estaban prácticamente derrotados en Europa, Himmler se convenció de que el arma mágica y letal del Dios del trueno nórdico del que hablaban los Eddas, era en realidad un dispositivo eléctrico complejo basado que habían desarrollado los antiguos arios. Por eso, dedicaría todos sus esfuerzos a desarrollar a través de la ingeniería eléctrica, una versión moderna del “Martillo de Thor” que sirviera para asestar un último golpe mortal, a los aliados.

 

 

Para crear el arma del dios del trueno, Himmler encargó a varias empresas que realizaran un diseño del artefacto, la empresa Elemag, de fatídica historia le presentó un proyecto en noviembre de 1944. Según sus expertos, se podía emplear tecnología actual para construir un arma capaz de transformar “el material aislante de la atmósfera en un conductor eléctrico”; a través de un complejo proceso, los ingenieros de Elemag pretendían lograr esto con la intención de bloquear la señal de todos los aparatos eléctricos de los aliados, desde frecuencias de radio a controles remoto. Algo que nos recuerda los proyectos más recientes de HAARP para aumentar la ionización de la ionosfera y la atmósfera

Cuando los técnicos de las SS le hicieron saber a Himmler que el proyecto era irrealizable, no quiso aceptarlo y, en busca de una segunda opinión, consultó al jefe de la oficina de planificación del Consejo de Investigación del Reich quien ya había realizado las investigaciones con uranio enriquecido, este también dijo que era imposible.

Los Nazis en busca de un triunfo que no le daban sus tropas buscaron una posible victoria en las leyendas y teorías pseudocientíficas, desde la hipótesis dela Tierra hueca hasta los poderes de los dioses de su mitología, sin embargo, nada evitó su derrota