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La Manzana de Gómez VI

19 de abril de 2017

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Un recorrido por los comercios más populares de la Manzana de Gómez nos revela el intenso uso de su planta baja, nunca deshabitada para este fin. Muchos de ellos se mantuvieron por décadas, demostrando la predilección y sentido de pertenencia hacia el lugar.

 

Papelería, La Bomba

 

La primera tienda que se estableció en la Manzana de Gómez fue la peletería La Bomba, en el año 1894. Era sucursal de La Bomba,  que estaba ubicada en Lamparilla y Cuba. La dirigía comercialmente Fernando Aedo y su inauguración hizo ruido en los fastos comerciales de la época, pues actuaron en la misma los artistas del Teatro Albisu, entre ellos la famosa cantante conocida como La Alemany. Para atender y obsequiar a los invitados al acto se ofreció un buffet servido por el Hotel Inglaterra, cuyo costo alcanzó la suma de 400 pesos.
El segundo establecimiento fue otra peletería, El Escándalo. Vendían zapatos para caballeros, señoras y niños. Era propiedad del popular vendedor conocido simplemente por su apellido: Carneado. El Escándalo tenía 40 puertas y su dueño decía orgullosamente que pagaba una onza de renta por cada puerta del establecimiento. La tienda ocupaba un cuarto de manzana y Carneado fue uno de los primeros comerciantes habaneros que demostraron tener un sentido renovador de lo que la propaganda moderna utiliza. Fue en esta casa donde primeramente se usó la música como atracción del público, ya que el hábil empresario instaló un órgano dentro de la tienda que durante todo el día tocaba piezas populares. La peletería El Escándalo, estuvo en la Manzana de Gómez  hasta 1900. Después se abrió en este espacio un comercio con el nombre de Edén Paris, del señor Lago Lacalle. En 1909, se estableció en el mismo local el señor Faustino Barros, con el nombre de Bazar París, y en 1918, lo adquirieron los hermanos Miguel y José Barros conservando el nombre de Bazar París hasta 1931, en que se lo cambiaron por el de Peerles y con el que llegó al presente. Desde 1909, siempre estuvo dedicada esta casa al giro de ropa para hombres.

 

Kid Chocolate, con los trajes de El Sol. 1930

 

La perfumería Frank’s Store, fue otra de las pioneras en ocupar un sitio en la Manzana. Abrió sus puertas en 1901, cuando su propietario Francisco Farnes inició el negocio. En los años cuarenta se conocía la firma como Farnes y González.
En 1906, la sastrería El Sol abrió su local en el ya famoso centro comercial de Gómez Mena. Primero, operó bajo la gerencia de Cordero y Torres, hasta 1926 en que cambió a José Cordero, quien la administró hasta 1931, en que pasa a  Heriberto Cordero. Esta es la conocida casa de los Sastres Anatómicos, que se hizo célebre por sus regalos de trajes a los artistas famosos o celebridades que visitaban o residían en La Habana. El glorioso boxeador cubano, Kid Chocolate, Campeón Mundial en 1931 y 1932, se vestía con los trajes de El Sol. Durante la década del treinta fue considerado uno de los hombres más elegantes del mundo, por la manera en que vestía y se mostraba en sociedad.
Es curioso decir que en el lugar en que se encontraba esta elegante sastrería estuvo antes una bodega llamada El Arca de Noé y al bodeguero le llamaban cariñosamente Patilla, en alusión a las largas barbas de chivo que lucía.

 

El Lazo de Oro y El Louvre

 

En 1907, giraba bajo la razón social de Álvarez & Collia una de las más notorias tiendas de sombreros para caballeros. Desde entonces, se denominaba El Lazo de Oro. Conjuntamente, existía en aquella parte del edificio por Zulueta, la peletería El Louvre. Posteriormente, en 1916, giraba bajo la firma de Álvaro Miranda & Cía., hasta 1939, en que se formó una nueva sociedad con el nombre de Sucesores de A. Miranda & Cía.
La Concha de Venus
, era otro de los establecimientos comerciales de la Manzana, instalado desde principios del siglo XX. Se dedicaba al giro de juguetería, aunque luego incorporó la sedería y la quincalla y era sociedad de José Zabala.
Desde el 15 de mayo de 1907, se estableció La Especial, dedicada al negocio de ropa para caballeros. Pertenecía a la firma de Campos y Diéguez.
En 1911 se instaló la peletería La Libertad, de M. González hasta 1923; de Manuel Crespo hasta 1935; y desde esa fecha, de Fernando del Valle.
De ese mismo año y siguiendo un derrotero similar es La Exposición, famosa peletería que se mantuvo abierta hasta la década del sesenta y aún hoy, una peletería, ubicada en el mismo sitio, hacia la calle San Rafael, lleva su nombre. En 1911 y hasta 1923, perteneció a J. Martínez y Cía. Desde entonces y hasta 1935, se hizo cargo del establecimiento Cesáreo Gutiérrez y desde ese año, Fernando del Valle, quien manejaba entonces La Libertad y La Exposición.

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Comentarios



miguel / 17 de febrero de 2015

Me gustaria me pudiera informar si hubo otra peleteria la bomba en la habana a nombre de Antonio Balseiro originario d lugo (españa)entre los años1900a 1927 creo q disolvio la sociedad y dando parte de esta a una hija adoptiva.

Yamira / 19 de enero de 2015

Según las fuentes documentales consultadas, como el Registro de la Propiedad que es una fuente primaria, se dice que terminando el edificio, en 1894, se comienza su arrendamiento por locales, y el primer contrato se le hace a Doña Josefa Díaz y Machado, viuda de Aedo, para establecer una sucursal de la peletería La Bomba, porque la casa principal estaba en la calle Lamparilla. Puede que desde entonces estuvieran asociados a Amavizcar, pero esto no se especifica en el documento. Luego, este contrato fue renovado por el señor Gómez Mena a la Sociedad “Viuda de Aedo e Hijo”, disuelta en 1900, y nombrada después “Sociedad de Aedo, Amavizcar y Compañía”, Sociedad en Comandita. Ahora es que consta, en estas referencias, la familia Amavizcar, o sea, después de 1900. Como ve, la sociedad no era solo de Amavizcar y los primeros, según esa fuente documental era la de Aedo. También aparece reflejado en prensa de la época y en Directorios Comerciales la familia Aedo. El artículo no da seguimiento a los cambios de cada una de las firmas allí radicadas porque se trata de la historia del edificio, pero en la investigación más amplia sobre el inmueble está recogida la presencia de la familia Amavizcar formando parte de la sociedad mencionada. Si fueron los fundadores o no ya sería tema de otra investigación, pero omitir no es errar. Nosotros estamos orgullosos de aquellos que dejaron un día su tierra para fundar en otra y hoy nos han dejado su legado, su historia… que también es nuestra.

Amavizcar / 19 de diciembre de 2014

Me gustaría de un error. Los fundadores de "Peleterías la Bomba" fueron Antonio y Francisco Amavizcar Aguirre, unos bilbainos que fueron hacer fortuna a finales del siglo XIX a Cuba. La información es familiar, pertenezco a la familia Amavizcar. Por favor, espero que corijan el error cuanto antes, porque no me parece justo que se le atribuya el merito de tanto sacrificio a una persona que nada tubo que ver. Muchísimas gracias.