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Leo Brouwer

30 de junio de 2017

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Una vez que terminamos de publicar en esta sección la gran mayoría de las epístolas que figuran en nuestro libro Ernesto Lecuona: cartas, que se vende en varias de las librerías del país, procedemos a incluir en De Ayer y de Siempre muchas de las notas biográficas publicadas al final de la obra.

Ellas tienen como objetivo informar a los lectores quiénes son las personalidades citadas en las cartas.

 

Brouwer Mesquida, Leo (La Habana, 1939). Su nombre completo es Leovigildo. Compositor, guitarrista y director de orquesta. Con su tía Caridad Mesquida estudió solfeo y teoría de la música, asignaturas que en 1955 examinó en el conservatorio Peyrellade. Su padre, Juan Brouwer Lecuona, quien era guitarrista aficionado, lo inició en el estudio de este instrumento, y a partir de 1953 recibió clases del reconocido profesor Isaac Nicola.

Debutó profesionalmente el 22 de junio de 1955 en un recital ofrecido en el Lyceum y Lawn Tennis Club. Unos días antes, en la edición del 5 de junio del semanario Carteles, se afirmó: “…toda una promesa artística es Leo Brouwer, un muchacho de dieciséis años de edad que va, bien dotado de facultades y entregado a serio cultivo de las mismas, por la senda de Tárrega y Segovia”. Tras algunas actuaciones importantes en su patria, en 1959 recibió una beca para realizar estudios superiores de guitarra y análisis musical en el Departamento de Música de la Universidad de Hartford, en Connecticut, y de orquestación, composición y dirección coral en la Jiulliard School, de Nueva York. A su regreso a Cuba, fue profesor de armonía y contrapunto en el conservatorio Amadeo Roldán (1961-1963), y trabajó como asesor de la radio y la televisión cubanas. Integró, como asesor y compositor, la nómina del Teatro Musical de La Habana, donde se puso en escena el espectáculo Nueve nuevos juglares (L.: Alfonso Arau), con música de Brouwer. Posteriormente se le ubicó al frente del Departamento de Música del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), donde fundó y dirigió el Grupo de Experimentación Sonora (1969-1977), cuyo principal propósito era crear música para filmes de esa entidad y promover la experimentación musical. A él pertenecieron prestigiosos artistas, entre ellos, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Sergio Vitier, Emiliano Salvador, Leonardo Acosta, Eduardo Ramos, Sara González y Noel Nicola.

Participó en 1961 en el V Festival Otoño Varsoviano, punto de partida de su presencia en significativos eventos musicales celebrados en Avignon, Aldeburgh, Edimburgo, Berlín (Fetwochen), Toronto y Spoletto. En su faceta de concertista se presentó en Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Holanda, Japón, Martinica, México, Argentina… Ha impartido seminarios y clases magistrales en algunas de esas naciones. Obtuvo, en 1972, la beca del DAAD –Deutscher Akademischer Austausch Dienst– de Berlín, Alemania Federal.

Ha dirigido la Orquesta Filarmónica de Berlín, la Sinfónica de Escocia, la Orquesta del Festival de Aldeburgh, la Filarmónica de Lieja… Fungió como director titular de la Orquesta Sinfónica de Córdoba, España (1992-2001) y de la Sinfónica Nacional de Cuba. Desde 1982 presidió el jurado del Concurso y Festival Internacional de Guitarra de La Habana, e integra otros que se efectúan en varias naciones. Ocupa el cargo de presidente de la Federación Internacional de Festivales de Guitarra. Ha grabado más de quince discos en su patria y el extranjero. En el Cubadisco 2001 recibió el premio de antología especial con La obra guitarrística de Leo Brouwer. Tiene dos libros publicados: Síntesis de la armonía contemporánea y La música, lo cubano y la innovación.

Su prolífica obra abarca partituras para ballet: Conflictos, Panorama de la música cubana, Oda a la alegría, Música para tres pianos, Eco y Narciso, Elogio de la danza, Frutas y realidades, Leyenda para una flor, Danza con la guitarra, Metáfora del amor, Tarantos, Un día… el 2 de diciembre, Cimarrón (junto con música afrocubana y de Jorge Rivero)…; para coro: Son Mercedes y Canciones amatorias: «Amor, yo he de enseñarte el camino» y «Balada de un día de julio»…; para guitarra: La espiral eterna, Tres estudios en sonoridades, Rito de los orishas, Metáfora del amor, Controversia II, Exaedro II, Retratos catalanes, Paisaje cubano con lluvia, Concierto de Lieja, Concierto de Toronto núm. 4, Concierto núm. 6, Concierto núm. 7…; para música de cámara: Homenaje a Manuel de Falla, Tres danzas concertantes, Cuarteto de cuerdas núm. 1, Balada, Homenaje a Charlie Mingus, El reino de este mundo, Es el amor quien ve (T.: José Martí), La región más transparente, Paisaje cubano con rumba, Manuscrito antiguo encontrado en una botella, Canciones remotas, Divertimento, Los negros brujos se divierten, Paisajes, retratos y mujeres, La vida misma, Los pasos perdidos…; para música electrónica: Exaedros I, Basso continuo I, Per suonare a due…; para percusión: Variantes para un percusionista, Conmutaciones…; para piano: Fuga cervantina, Sonograma I, Sonograma III, Sonata, Música para tres pianos…; para orquesta sinfónica: Ritual, Sonograma II, Tropos, El gran zoo (T.: Nicolás Guillén), La tradición se rompe… pero cuesta trabajo, Cantata de Chile (T.: Patricio Manns), Triple concierto, Un padre nuestro latinoamericano (T.: Mario Benedetti), Concierto de Perugia…

Composiciones suyas conforman las bandas sonoras de numerosas películas y documentales cubanos, de otras nacionalidades y coproducciones. Entre los largometrajes de directores cubanos se encuentran: Historias de la Revolución (tercer cuento: “La batalla de Santa Clara”, 1960, Dir.: Tomás Gutiérrez Alea), Papeles son papeles (1966, Dir.: Fausto Canel), La muerte de un burócrata (1966, Dir.: T. G. Alea), Las aventuras de Juan Quin Quin (1967, Dir.: Julio García Espinosa), Memorias del subdesarrollo (1968, Dir.: T. G. Alea), Lucía (1968, Dir.: Humberto Solás), La primera carga al machete (1970, Dir.: Manuel Octavio Gómez), Una pelea cubana contra los demonios (1972, Dir.: T. G. Alea), El extraño caso de Rachel K (1973, Dir.: Oscar Valdés), El hombre de Maisinicú (1973, Dir.: Manuel Pérez), Ustedes tienen la palabra (1975, Dir.: M. O. Gómez), , La cantata de Chile (1976, Dir.: H. Solás), Un día de noviembre (1976, Dir.: H. Solás), La última cena (1976, Dir.: T. G. Alea), Son o no son (1978, Dir.: Julio García Espinosa), No hay sábado sin sol (1979, Dir.: Manuel Herrera), Los sobrevivientes (1979, Dir.: T. G. Alea), Cecilia (1983, Dir.: H. Solás), Los refugiados de la Cueva del Muerto (1983, Dir.: Santiago Álvarez), Tiempo de amar (1983, Dir.: Enrique Pineda Barnet), Hasta cierto punto (1983, Dir.: T. G. Alea), La segunda hora de Estaban Zayas (1984, Dir.: M. Pérez), Amada (1985, Dir.: H. Solás), Jíbaro (1985, Dir.: Daniel Díaz Torres). Entre las de directores extranjeros: El recurso del método (1978, coprod. Francia-México-Cuba, Dir.: Miguel Littin), La viuda de Montiel (1979, coprod. México-Colombia-Venezuela, Dir.: M. Littin), Alsino y el cóndor (1983, coprod. Nicaragua-Cuba-México-Costa Rica, Dir.: M. Littin), La rosa de los vientos (1983, coprod. España-Venezuela-Cuba, Dir.: Patricio Guzmán), Tiempo de morir (1986, coprod. Colombia-Cuba, Dir.: Jorge Alí Triana), Como agua para chocolate (1992, México, Dir.: Alfonso Arau) y Mátame mucho (1998, España, Dir.: José Ángel Bohollo).

Entre los documentales cubanos realizados con música de Leo Brouwer están: Vaqueros del Cauto (1965, Dir.: Oscar Valdés y Miriam Talavera); Hanoi, martes 13 (1967), LBJ (1968), Despegue a las 18: 00 (1971), Abril de Vietnam en el año del gato (1975), Destino manifiesto (1977), Mi hermano Fidel (1977) y La guerra necesaria (1980), todos ellos del director Santiago Álvarez; Una y otra vez (1982, Dir.: Orlando Rojas), Cuando una mujer no duerme (1985, Dir.: Rebeca Chávez), Un héroe se hace a patadas (1995, Dir.: Andrés Felipe Burgos), Ficción sin ficción (2002, Dir.: José Padrón), Memorias de Lucía (2003, Dir.: Carlos Barba), La persistencia de la memoria (2004, Dir.: Enrique Álvarez), Lucía y el tiempo (2004, Dir.: Alain Rodríguez Castro) y Kordavisión (2005, Dir.: Héctor Cruz Sandoval).

Leo Brouwer –creador de una obra que sintetiza en la cultura musical cubana las corrientes vanguardistas del siglo xx– ha merecido, por sus méritos artísticos, el Premio Nacional de Música (1999), el Premio Nacional de Cine (2009), el premio iberoamericano Tomás Luis de Victoria (2010), otorgado por la SGAE; la Medalla Alejo Carpentier, la Orden Félix Varela (Primer Grado) y el Disco de Plata de la firma discográfica cubana EGREM. El CIM –Consejo Internacional de Música–, de la UNESCO, lo proclamó miembro de honor en 1987, y dos años después la IMILA –Instituzione Musicale Italo-Latinoamericana– lo escogió para integrar su Comité Permanente. Es miembro de la Academia de las Artes de Berlín y consejero artístico del Concurso y Festival Internacional de Guitarra de Martinica.

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