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Abelardo Barroso: El Petit Caruso (II)

1 de junio de 2017

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Abelardo Barroso trabajó en la década de 1940, en el cabaret Sans Soucí, y en 1948 se le pudo disfrutar como cantante y clavero en la Banda de la Policía Nacional.

EN 1954 Barroso es descubierto por Jesús Goris, el gerente de la firma discográfica PUCHITO, y entra a formar parte de la popular orquesta Sensación de Rolando Valdés. Cuando Barroso pregunta ¿qué canto? Goris le contestó: “Esos dos palos que para mí no hay quien los interprete como tú, La hija de Juan Simón y En Guantánamo. Lo demás es historia, PUCHITO resucitaba a un muerto musical que se llamaba Abelardo Barroso.

En 1957, con esta orquesta, ganó “Disco de Oro” por la venta portentosa del disco que incluía En Guantánamo y Arracame la vida. Con la Sensación viajó a Miami y a New York en 1959 1960.

En 1969, decide retirarse definitivamente del arte.

Barroso dejó una extensa y excelente discografía, entre algunos y excelentes discos, cuentan: El panquelero, El amor de mi bohio, Lágrimas negras, Alborada, Te odio, Como arrullo de palma, Dame un trago tabernero, No hay como mi son, El huerfanito, El brujo de Guanabacoa, La cleptómana, Longina, Bruca maniguá, El guajiro de Cunagua, Tiene sabor Esta pequeña relación, en su añeja voz, contiene números de Ernesto Lecuona, Miguel Matamoros, Celia Romero, Julio Gutiérrez, Manuel Corona, Arsenio Rodríguez, e Ignacio Piñeiro, entre algunos otros compositores emblemáticos del panorama musical de Cuba.

Con estos y muchísimos otros temas, Barroso demostró, que los años no habían logrado hacer mella de su voz, y que en definitivas, estaba madurada para seguir cantando muy bien. Su expresión sonera se mantuvo siempre inalterable y de una grata recordación.

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