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José Martí y su faceta como poeta

21 de marzo de 2017

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Desde muy joven Martí encontró en la poesía un modo eficaz para reflejar sus sentimientos. Tenía tan solo 16 años cuando en un poema dedicado al 10 de octubre patentizó lo que sentía al saber que ya en Cuba se estaba combatiendo por la independencia.

En la parte inicial de este soneto resaltó:

No es un sueño, es verdad: grito de guerra

Lanza el cubano pueblo, enfurecido;

El pueblo que tres siglos ha sufrido

Cuanto de negro la opresión encierra.

Igualmente siendo muy joven compuso un poema inspirado en su querida madre, Doña Leonor Pérez en el que señaló:

Madre del alma, madre querida,

Son tus natales, quiero cantar;

Porque mi alma, de amor henchida,

Aunque muy joven, nunca se olvida

De la que vida me hubo de dar.

 

Con el decursar de su existencia Martí siempre tendría a su lado a la poesía como el refugio más íntimo en el cual podía depositar sus sueños y concepciones acerca de distintos aspectos de la vida y del mundo en general.

En la península ibérica, por ejemplo, cuando se hallaba deportado, en un significativo poema condenó el horrendo crimen cometido por las autoridades españolas en Cuba cuando fusilaron a ocho estudiantes de medicina.

En ese poema al hacer referencia a la muerte expresó:

¡Y más que un mundo, más! Cuando se muere

En brazos de la patria agradecida,

La muerte acaba, la prisión se rompe;

¡Empieza, al fin, con el morir, la vida!

Algún tiempo después, durante su estancia en México a partir de 1875, empieza a publicar poemas en la Revista Universal, importante periódico con el cual colabora en forma activa.

A México había llegado en febrero del año citado para reencontrarse con sus padres y hermanas que se asentaron en ese país en 1874.

Entre los primeros poemas de Martí publicados en la Revista Universal estuvo uno dedicado a su hermana, conocida en el seno familiar como Ana, la cual había fallecido en la capital mexicana algo más de un mes antes de producirse su llegada a dicho país.

En este poema titulado “Mis padres duermen”, reflejado en la edición correspondiente al 7 de marzo de 1875 de la Revista Universal, enfatizó en la parte final:

Decidme cómo ha muerto;

Decid cómo logró morir sin verme;-

Y –puesto que es verdad que lejos duerme-

¡Decidme cómo estoy aquí despierto!

Y al hacer referencia a Martí como poeta no puedo dejar de resaltar los dos libros suyos de poesías publicados durante su existencia.

El primero fue el titulado Ismaelillo, especialmente inspirado y dedicado a su hijo José Francisco, fruto del matrimonio con Carmen Zayas Bazán, y quien había nacido en La Habana el 22 de noviembre de 1878.

Fue en Nueva York, en 1882, cuando se publicó este libro que tiene por nombre el de un niño bíblico. La mayor parte de estos poemas los escribió Martí cuando estaba en Caracas, en 1881. Hacia entonces algún tiempo que no veía a su hijo.

Inicialmente Martí se vio separado de su esposa e hijo en septiembre de 1879 cuando fue detenido en La Habana acusado de hallarse realizando actividades a favor de la independencia de Cuba. Entonces fue otra vez deportado hacia España. Después había logrado trasladarse hacia los Estados Unidos donde pudo reencontrarse más tarde con su esposa e hijo. Pero al producirse discrepancias con Carmen ésta retornó a Cuba.

Martí sintió profundamente de manera esencial la ausencia de su hijo y ese estado de ánimo lo fue reflejando tanto en la dedicatoria como en los poemas que conforman el libro Ismaelillo.

Precisamente en la nota que sirvió de introducción al libro, le aseguró a su descendiente: “Hijo, Espantado de todo, me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti. Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido. Cuando he cesado de verte en una forma, he cesado de pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi corazón. ¡Lleguen al tuyo!”

El otro libro de poemas publicado en vida de Martí fue el titulado Versos Sencillos, que fueron creados por él en 1890 cuando se hallaba en una zona rural de los Estados Unidos reponiéndose de problemas de salud que confrontaba.

Precisamente en la nota introductoria que le hiciera a los Versos Sencillos él detalló cómo fueron concebidos y también el contexto histórico en que los escribe. Martí señaló al respecto: “Mis amigos saben cómo se me salieron estos versos del corazón. Fue aquel invierno de angustia, en que por ignorancia o por fe fanática, o por miedo, o por cortesía, se reunieron en Washington, bajo el águila temible, los pueblos hispanoamericanos. ¿Cuál de nosotros ha olvidado aquel escudo, el escudo en que el águila de Monterrey y de Chapultepec, el águila de López y de Walker, apretaba en sus garras los pabellones todos de la América? Y la agonía en que viví, hasta que pude confirmar la cautela y el brío de nuestros pueblos; y el horror y vergüenza en que me tuvo el temor legítimo de que pudiéramos los cubanos, con manos parricidas, ayudar el plan insensato de apartar a Cuba, para bien único de un nuevo amo disimulado, de la patria que la reclama y en ella se completa, de la patria hispanoamericana, -que quitaron las fuerzas mermadas por dolores injustos. Me echó el médico al monte: corrían arroyos, y se cerraban las nubes: escribí versos. A veces ruge el mar, y revienta la ola, en la noche negra, contra las rocas del castillo ensangrentando: a veces susurra la abeja, merodeando entre las flores.”

Otros poemas significativos de Martí son sus Versos Libres, a los que consideró como tajos de sus entrañas, sus guerreros. No fueron publicados en forma de libro hasta años después de su muerte.

Acerca de estos poemas, Martí apuntó en una nota introductoria: “Estos son mis versos. Son como son. A nadie les pedí prestados. Mientras no pude encerrar íntegras mis visiones en una forma adecuada a ellas, dejé volar mis visiones: ¡oh, cuánto áureo amigo que ya nunca ha vuelto! Pero la poesía tiene su honradez, y yo he querido siempre ser honrado. Recortar versos, también sé, pero no quiero. Así como cada hombre tiene su fisonomía, cada inspiración tiene su lenguaje.”

Igualmente Martí elaboró otra gran cantidad de poemas, muchos de los cuales están dedicados o hacen alusión a amigos y amigas y que presentan una gran variedad en su estructura y extensión y en los temas que reflejan.

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