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Como ser un pésimo jefe

17 de marzo de 2017

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No es que yo quiera enseñar a que los jefes, directivos y quien ocupe un cargo de dirección –a cualquier nivel– haga mal su trabajo, sino que el título de hoy tiene la intención de “engancharlos” para que me lean, ya que en realidad lo que pretendo es derrumbar algunos criterios que se han convertido en mitos de las cualidades que debe tener un jefe para realizar con eficiencia su tarea y lograr que sus subordinados trabajen bien.

Es muy común considerar que el jefe debe mantener una distancia afectiva con los demás, porque ser afectuoso, interesarse por la vida personal de los trabajadores y otras manifestaciones afectivas es negativo porque pierde el respeto de quienes dirige, por lo tanto se considera que el jefe “témpano”, distante y poco humano es un factor para el éxito. Pero esto es falso, no hay relación negativa y contradictoria entre la manifestación de los afectos y el respeto. Si no lo cree, pregúntense cada uno de ustedes: ¿Acaso a la persona que más queremos desde siempre no es nuestra madre? ¿Y acaso también no es la persona que más respetamos? Pues ahí está la respuesta que derriba este mito. Es más, la sintonía afectiva entre jefes y subordinados es un elemento motivador para que los trabajadores cumplan mejor su trabajo, tengan más iniciativa y se sientan más cómodos en la realización de las tareas.

Otro criterio es que el jefe debe ser exigente, pero no se entiende bien qué significa la exigencia, y se le equipara con la rigidez e intransigencia, lo cual es verdaderamente el mayor estímulo para la desmotivación y la tan socorrida “huelga de brazos caídos”, que significa que le gente está en el trabajo, en su puesto, pero trabaja lenta y sin deseos. Por lo que es la flexibilidad lo que debe caracterizar al directivo, pero vuelvo a aclarar que no se puede mal interpretar el significado de esta cualidad, ya que para nada es permitir que cada cual haga lo que quiera, cuando quiera y como quiera. Ser flexible es que el jefe entienda lo que los demás opinen en cuanto a cambios, fechas, formas de hacer las tareas y hasta el lugar de donde realizar la labor, aún cuando estas propuestas sean contrarias a los que se decidió al principio –porque durante la ejecución hay una toma de conciencia de errores cometidos en el plan original–, aunque vaya en contra de lo que el jefe considera, pues sus subordinados pueden tener criterios que lo convenzan. Incluso si algún trabajador presenta problemas familiares, de salud o cualquier otro y la tarea que realiza la puede hacer desde su casa, por teléfono, por e-mail, pues el jefe puede entender si efectivamente no quiere perder los aportes de la joven trabajadora, que por ejemplo, está embarazada y tiene que estar de reposo dos semanas pero que puede seguir trabajando aún sin estar en la oficina.

O sea, lo enemigos de una buena función de dirección son esencialmente dos: la rigidez, que significa incapacidad de adaptarse a los cambios, ya sean institucionales (cambio de políticas y estrategias), como humanos (diferencias de personalidades, problemas personales). Existe una incapacidad para responder adecuadamente a las nuevas y cambiantes exigencias, y estas personas por regla general no han desarrollado la capacidad de escuchar y aprender.

El otro rasgo negativo y que lo hacen un mal jefe es que tiene relaciones interpersonales muy pobres con sus subordinados, y las que tiene se basan en la crítica, la insensibilidad. Hace años un jefe que yo tuve quería que llegara al centro de trabajo en medio de un ciclón cuando el mal tiempo lo impedía y no había transporte que pudiera transitar en medio del terrible viento y lluvia, y además mis hijos eran pequeños y no tenía quién los cuidara. Me dijo sencillamente: “ven nadando y móntate en la espalda a los niños”. Este tipo de exigencias exageradas terminan confundiendo a los subordinados y desmotivándolos, porque no se sabe hacer la tarea o no se puede por diversas razones.

Seguro que cada uno de ustedes tienen historias que hacer de un jefe que se mantiene en creer que lo negativo es el camino al éxito, así que si le pueden dar algún consejito, los ayudará a ellos y a todos nosotros a disfrutar el trabajo y no sufrirlo.

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