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Sansón y el holocausto

20 de marzo de 2017

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La tragedia de Fukushima tiene ahora un culpable, el gobierno japonés, según autoridades judiciales niponas, tras un largo tiempo de investigación, que nos lleva a pensar seriamente acerca del siempre peligro latente de las plantas con energía nuclear.

Así ocurrió en Chernóbil, Three Mile Islands y otros lugares de los que aún no se informa, por lo cual mi pensamiento ¿miedoso? teme cualquier tragedia por esa contaminante vía. Pero algunos no piensan así y han preparado tal fuerza en armas de destrucción masiva que amenazan la vida del planeta.

En este contexto, descuella Israel, el principal aliado del imperialismo norteamericano, que por estos días hostigó con un submarino con ojivas nucleares a Irán y amenazó a Paquistán con destruirlo atómicamente si ayuda a Siria a combatir al terrorista Estado Islámico, aunque luego trató de desmentir esta noticia, alegando falsedad de una agencia noticiosa, cuando Islamabad le recordó que también posee armas de ese tipo.

Aunque no lo reconoce oficialmente, Israel es una potencia nuclear, con un número de ojivas superior a las 600. No es firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear y EE.UU. lo justifica, al afirmar que ese armamento tiene carácter disuasorio.

Comprando, conspirando y dividiendo a los gobernantes de algunos países árabes Israel subraya su supervivencia a costa de los sufridos palestinos, virtualmente parias en su propia tierra, al tiempo que hace casi imposible una unidad musulmana.

Así fue elucubrada la “Opción Sansón” en alusión al inmensamente fuerte héroe bíblico Sansón, quien con sus musculosos brazos apartó los pilares de un templo filisteo, haciendo que su techo se desplomara, matando a miles de sus enemigos y al mismo Sansón.

En la moderna jerga israelí de defensa basada en el “ser o no ser”, si algún día Israel se viera confrontado con su segura aniquilación por sus enemigos, pareciera que capitular no es una opción; sí lo es, en cambio, el suicidio.

Aquí es donde entra en escena el arsenal nuclear israelí: pues ante la posibilidad de aniquilación, Israel usaría su arsenal nuclear para devastar a todo Medio Oriente. Peor aún, algunos rumores hablan de la existencia de elementos paranoicos en la ultraderecha que, no confiando en nadie, habrían decidido también apuntar algunas de sus ojivas nucleares contra ciertas ciudades europeas. De ser esto así, significa que la Opción Sansón propinaría un golpe muy fuerte.

Que esa idea demencial sea puesta en práctica no hay que dudarlo de los más extremistas líderes sionistas, integrantes de los partidos Likud, que generalmente domina en los últimos tiempos, y Kadima.

No dudamos que el primer ministro Benjamin Netanyahu acuda a tal opción, debido a su carácter prepotente al que solo controla el mal genio de su esposa, demostrado en escándalos recientes. Pero esto es anecdótico, porque lo real demuestra la gravedad de que el poder sea controlado por una mente criminal, tal como lo demostró Ariel Sharon, famoso por los genocidios de Sabrá y Shatilla, quien desató la segunda Intifada en septiembre del 2000, cuando visitó la Explanada de las Mezquitas.

Posteriores premieres vienen bombardeando, asesinando y humillando regularmente a los palestinos, mientras levantan enormes muros de ocho metros de altura para mantenerlos prisioneros y lanzar aplanadoras contra sus casas.

Si Benjamín Netanyahu bombardea regularmente Gaza, al tiempo que la parlamentaria Ayelet Shaked convoca a los israelíes a “manchar sus manos con la sangre de las madres palestinas” y el vicepresidente del Knesset Moshe Feiglin exige la inmediata expulsión de un millón y medio de palestinos de Gaza, pues no hay que dudar de que si Israel se viera arrinconada, no titubearía en desatar un holocausto nuclear,no solo contra los países árabes, sino contra el mundo.

Si alguien preguntara que haría Estados Unidos, no nos queda la menor duda de que su establishment, controlado por los magnates judíos, justificaría y ayudaría en tal locura.

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