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lslamofobia desencadenante

12 de diciembre de 2016

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Gracias a todas las veleidades de una socialdemocracia francesa que dice ser socialista, la derecha y la ultraderecha serán las fuerzas que dirimirán la lucha por el poder, cuyas consecuencias ya se vislumbran, como es la persecución a lo extranjero, la expulsión de los inmigrantes y un mayor odio contra los musulmanes.

Pensamos que con las represalias a los posibles implicados en diversos actos terroristas se aplacaría posteriormente ese prejuicio siempre latente en tierra gala, pero no es así.

En el contexto europeo esto es normal, y la vecina Alemania también adolece de ello por estos días. Pero en Francia pululan los textos bien escritos, por desgracia, que tratan de inculcar esos prejuicios en las mentes de la población.

En Francia este fascismo tiene verdaderos intelectuales de mucho prestigio, que a la sombra del Frente Nacional de Le Pen, llevan calentando el ambiente desde púlpitos privilegiados a partir del presupuesto de que el Islam es un gran peligro para la nación europea.

El ensayista y filósofo español Santiago Alba Rico refiere que el gran escritor Houellebecq escribió una novela denominadaSumisión, en la que un partido islámico gana las elecciones del 2021 al Frente Nacional y aplica la “charia” en Francia.

Gran éxito tienen las obras de Rednaud Camus y el periodista político Eric Zemour, de Le Figaro. El primero es autor de Le grand remplacement, donde sostiene la tesis de que el pueblo francés está siendo reemplazado, por otro, es decir, de musulmanes extraños a la historia de Francia. El segundo, por su parte, ha escrito El suicidio francés, un gran éxito de ventas que rehabilita al general Petain, vendido a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, y escribe la decadencia del Estado-Nación, amenazado por la traición de las élites y la inmigración.

Recuerdo en una conversación personal con el ya fallecido Eric Rouleau –todo un maestro del periodismo– los diversos problemas que aquejaban a Francia, y comola derecha lo sobredimensionaba. Un compañero de Rouleau, también de Le Monde, Etwy Plenel, señalaba que las obras anteriormente citadas eran depositarias de una “ideología asesina”, que está preparando a Francia y Europa para una guerra civil contra una parte de sus pueblos, “contra esos hombres, contra esas mujeres so niños que viven y trabajan aquí y que, a través de las armas del prejuicio y de la ignorancia, han sido previamente construidos como extranjeros, en razón de su nacimiento, su apariencia o sus creencias”.

No tienen razón de ser tolerados ni la islamofobia ni el islamismo yihadista, porque son fascismos que no hacen distinciones que caracterizan a la ética, la civilización y el derecho, entre niños y adultos, entre civiles y militares, entre individuos y comunidades.

Pero hay una diferencia. Mientras se exigen a los musulmanes del mundo que condenen las atrocidades de esos malos hijos del Islam, en París o en cualquier parte del mundo, Intelectuales y políticos justifican directa o indirectamente la muerte de los musulmanes.

Estoes lo que caracteriza al totalitarismo, y es lo que ha llevado actualmente a una derecha que se regodea en Francia, como será, es., en el reto de Europa,por esa islamofobia desencadenante.

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