Fidel

26 de noviembre de 2016

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Elson Concepción Pérez

 

 

Ni la noticia conocida en esta madrugada, ni el hecho mismo de que ya no esté físicamente entre nosotros, me podrán quitar la convicción de que Fidel vive y su país, América Latina y el mundo, aun seguirán nutriéndose de su ejemplo, su pensamiento y su acción.

Estoy seguro que seguirá siendo referencia obligada de cada día para los cubanos y latinoamericanos.

Esta misma madrugada, luego de conocido su deceso, varios mandatarios de América Latina y otros líderes del mundo, expresaban su respeto por Fidel y la conmoción ante tan irreparable pérdida.

Hace solo unos días pude entrevistar al teólogo brasileño e intelectual latinoamericano Frei Betto, a quien, como única pregunta, le pedí que me definiera a Fidel.

 

 

“Bueno, para definir a Fidel yo tendría que ocupar un volumen comparable con las obras completas de José Martí. Porque Fidel es un hombre de una trascendencia histórica no solamente para América Latina, más para todo el mundo”, me respondió Betto.

Y agregó: “Es una figura que ha marcado profundamente la historia del siglo XX, porque le tocó liderar un proceso revolucionario y hacer de Cuba el único país socialista de occidente”.

De recorrido por su memoria, el teólogo brasileño, rememoró muchos momentos gravados en su memoria, desde aquel 19 de julio de 1980, cuando conoció al líder de la Revolución Cubana en Managua, Nicaragua en las celebraciones por el primer aniversario de la Revolución Sandinista.

 

 

Me confiesa entonces: “Yo siempre cuando los amigos como tú me preguntan, cómo puedes explicar a Fidel, les digo, mira, no vamos a buscar la explicación a la luz de los libros de Marx o Lenin. No es por ahí donde está la cosa. Para entenderlo tienes que pensar que este hombre es una mezcla de José Martí y San Ignacio de Loyola. “Si usted conoce la historia y el pensamiento de José Martí y conoces la historia de los jesuitas, de los cuales él fue alumno como más de diez años, usted sabe quién es Fidel.

“Tiene la inteligencia de Martí y la voluntad, la firme voluntad, el firme carácter de los jesuitas. Y mira que yo soy dominico y esto que estoy haciendo es una cosa muy rara, que un dominico haga elogios a un jesuita”, explica.

 

 

En otra parte del diálogo, Frei Betto, me dice: “Bueno, yo defino a Fidel como un amigo desde el año 80 y tenemos una relación de amistad. Yo me siento como hijo político de una persona que siempre tengo la preocupación de cuidar, y al mismo tiempo como un hermano más viejo porque me ha dado mucha libertad de hablar de todo con él.

“Por ejemplo, una vez le dije que quería hacerle unas observaciones críticas a la Revolución y me respondió: no solamente tienes el derecho, tienes el deber de hacerlas”.

Finalmente Frei Betto, me había dicho que “Cuba tiene la ventaja de tener a un Fidel que ha hecho una obra extraordinaria a través de sus escritos, discursos, intervenciones en el país y fuera de él, y al mismo tiempo a los 90 años sigue como un joven militante revolucionario”.

 

 

Como expliqué, la entrevista con Frei Betto ocurrió hace apenas 20 días cuando coincidimos en un Encuentro Mundial sobre José Martí, celebrado en la Universidad Autónoma del Carmen, en México.

Hoy, cuando conocí del fallecimiento de Fidel, acudí a lo dicho por el teólogo brasileño y, además, leo una noticia de que pronto, muy pronto, verá la luz un libro biográfico sobre Frei Betto, texto que tiene un prólogo hecho por Fidel Castro Ruz.