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Una noticia recorre los medios de comunicación: Lucy murió al caerse de un árbol. ¿Será verdad?

9 de septiembre de 2016

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Reconstrucción de Lucy expuesta en el Museo Nacional de Historia Natural Washington DC

Reconstrucción de Lucy expuesta en el Museo Nacional de Historia Natural Washington DC

 

Pero, ¿quién es Lucy? Se trata de nuestro ancestro humano más famoso, con más de tres millones de años. Lucy es el conjunto de fragmentos óseos pertenecientes al esqueleto de un homínido de la especie Australopithecus afarensis, de 3,2 millones de años de antigüedad, que fue descubierto el 24 de noviembre de 1974 a 159 km de Adís Abeba, Etiopía. Esos fragmentos óseos conforman alrededor del 40% del esqueleto (se encontraron un total de 52 huesos) de una hembra que medía aproximadamente 1,10m de altura, con un peso de 27 kg (en vida). Debió tener unos 20 años de edad (las muelas del juicio estaban recién salidas) y parece tuvo hijos, aunque no se sabe cuántos. Su cráneo es minúsculo, comparable al de un chimpancé. Lucy andaba sobre sus miembros posteriores, signo que indica una evolución hacia la hominización, la mayoría de la comunidad científica aceptó que puede ser uno de los ancestros del género Homo. Esta capacidad bípeda de Lucy se dedujo por la forma de su pelvis, así como de la articulación de la rodilla. Lucy era de contextura delgada y grácil, y se cree que habitó solo en África del este (Etiopía, Tanzania y Kenia).

¿Por qué se llama Lucy? El nombre Lucy proviene de la canción “Lucy in the Sky with Diamonds” de la banda de música inglesa The Beatles, que oían los investigadores en el momento del hallazgo.

¿Cómo se determinó la edad de Lucy? La datación por el método de potasio-argón de una capa de material volcánico en el emplazamiento donde se halló a Lucy, arrojó una edad inicial de tres millones de años, con un margen de 200 000 años. Sin embargo, el material presentaba ciertas impurezas, por lo cual la datación no fue muy precisa. Mediante la aplicación de otros métodos, como bioestratigrafía y paleomagnetismo, se pudo corregir la datación a una edad de 3,2 millones de años.

Los restos de Lucy fueron encontrados en el lugar donde habitaba la tribu Afar, de ahí el nombre afarensis, y junto con otros doce individuos de la misma especie, incluido cráneos, conforman lo que se llama “la primera familia”. En años recientes se han descubierto muchos restos fósiles más antiguos que los de Lucy, motivo por el cual dejó de ser considerada la “abuela de la humanidad”, sin embargo, su hallazgo no ha perdido importancia con el paso del tiempo.

Actualmente los restos de Lucy se guardan en una caja fuerte en Adís Abeba, la capital de Etiopía.

Después de varios años de negociaciones con el Museo de Ciencias Naturales Houston, en Texas, Etiopía acordó prestar los huesos de Lucy para ser sometidos a estudios científicos hasta el año 2013. Y de esos estudios, supongo, salieron muchos resultados, entre estos la forma en que Lucy murió, hallazgo que fue publicado hace apenas unos días. Científicos de la Universidad de Texas (EE.UU.) han concluido, tras analizar sus fósiles a través de técnica de tomografía computarizada, que Lucy murió a los 20 años por las heridas sufridas al caer de un árbol a una gran altura, pues las fracturas de sus huesos muestran una apariencia similar a los de las personas que mueren precisamente por una caída. Lucy habría caído desde una altura de más de 12 metros, golpeándose contra el suelo a más de 56 km por hora, probablemente aterrizando con los pies por delante y preparando los brazos ante la inminente caída. Su muerte fue rápida. “Es irónico que el fósil que protagoniza el debate sobre el papel arbóreo en la evolución humana muriera posiblemente de las heridas sufridas en una caída de un árbol”, explica el líder de la investigación.

Los científicos creen, por tanto, que Lucy era tanto terrestre como arborícola

Los restos fósiles de Lucy fueron escaneados mediante la Instalación Tomográfica de rayos X de Alta Resolución hasta crear un archivo digital de más de 35.000 imágenes de tomografía computarizada.

 

Sin embargo, ¿será verdad que Lucy se cayó de un árbol?

 

Algunos paleantropólogos ponen en duda los resultados de esta investigación y aseguran que las fracturas son probablemente debidas al proceso natural por el que se van rompiendo los huesos más largos del cuerpo después de la muerte: movimiento en el agua o el suelo, las fuerzas tectónicas, la presión de los sedimentos o los efectos de estar a la intemperie. Estos investigadores aseguran que el patrón de rotura de los huesos de Lucy es muy similar al de otros animales que se encuentran en la misma región. “Si los paleontólogos aplicaran la lógica de este estudio a todos los restos de animales, terminaríamos concluyendo que gacelas, hipopótamos, rinocerontes o elefantes han fallecido tras caer de un árbol”, aseguraba un investigador de la Universidad de California.

Otro antropólogo de la Universidad Estatal de Kent, declaró que en los huesos de Lucy simplemente hay demasiadas fracturas para ser el resultado de una caída, incluso de una a gran altura. Sus costillas, señala, tenían tantas fracturas que “ni siquiera se podrían haber hecho con un disparo de escopeta”, y mucho menos una caída.

Vistas y oídas las críticas, parece que el debate está lejos de cerrarse. Habrá que esperar a la publicación de nuevos resultados que confirmen o no si Lucy murió como consecuencia de la caída de un árbol.

 

Recordemos que…“la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Solo hay un medio para que perdure: respetarla y servirla.

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