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Edificio de la calle Mercaderes No. 201 esquina a Amargura

5 de agosto de 2016

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Antes: Edificio de vivienda y comercio en planta baja.
Hoy: vivienda y Café Habana.

 

Mercaderes 210 antes

Mercaderes 210, antes

 

Tomando en cuenta sus características constructivas, este edificio de la calle Mercaderes esquina Amargura, se construyó en las primeras décadas del pasado siglo XX para destinarse a vivienda, con un establecimiento comercial ubicado en planta baja. Como es de suponer, la nueva fábrica ocupó la parcela de terreno que perteneció a otras viviendas coloniales desaparecidas.

 

Café Habana, primera intervención

Café Habana, primera intervención

 
El local comercial de los bajos pasado el tiempo se fue deteriorando hasta que dejó de funcionar como bar-cafetería y finalmente se convirtió en almacén. Su aspecto descuidado, daba un triste aire de abandono a la intersección de tan importantes ejes viales. Por ello, cuando los trabajos de restauración en esta zona comenzaron a tomar fuerza y se iban reanimando todas sus construcciones y espacios, se hizo imperioso trabajar en este edificio y sobre todo rehabilitar la función en la planta baja.

 

Café Habana, obras

Café Habana, obras

 
La obra social de la Oficina del Historiador no se hizo esperar. Expandiendo sus efectos llegó al citado inmueble, se trabajó en la reparación de su interior, en los apartamentos destinados a vivienda, para garantizar mejor confort a los vecinos y restituyendo en fachada los elementos perdidos o dañados por el paso del tiempo, con labores de mantenimiento y pintura.

 

Café Habana, hoy

Café Habana, hoy

 
En el local de planta baja se restableció la función comercial y abrió sus puertas algunas décadas atrás el Café Habana, espacio siempre frecuentado, que agradeció con creces la población de los alrededores y sus continuos usuarios. Dicho establecimiento contaba también con un pequeño restaurante que a la par brindaba servicios, anexo a la barra, donde se expendían refrescos, dulces tradicionales como el arroz con leche y el aromático café. Periódicos trabajos de restauración mantuvieron por años el funcionamiento ininterrumpido del local, donde estaba garantizando el amable servicio del personal que allí laboraba a diario.

 

Café Habana, interior

Café Habana, interior

 
Sin embargo, recientemente, un nuevo proyecto de reanimación y rehabilitación del tan frecuentado café lo dotó de una nueva imagen, caracterizada por un sencillo, pero elegante diseño interior. Hace pocos días reabrió sus puertas para continuar brindando servicios a cubanos y visitantes, amantes del buen café cubano y otros platos de sencilla elaboración que se expenden en el área continua a la barra y hacen las delicias de sus usuarios. Le auguramos larga vida al establecimiento, que ya se considera emblemático, en las antiguas calles de Habana y Amargura.

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