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Decepción en Estambul

25 de mayo de 2016

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Nada de conjeturas. La realidad es que la Cumbre Humanitaria convocada por la ONU y realizada esta semana en Estambul, Turquía, concluyó en un fracaso.
¿Quiénes le dieron la espalda? Pues los países ricos, las grandes potencias —salvo Alemania—, no estuvieron representadas por sus máximos líderes. Funcionarios, en muchos casos de bajo perfil, no aportaron soluciones a tan apremiante asunto.
Un despacho noticioso de la agencia IPS refiere que tanto el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, como el secretario general de la ONU, Ban Ki Moom se mostraron decepcionados debido a la ausencia de gobernantes de los países más poderosos.
Lo peor de todo es que se da la espalda a un evento de esa envergadura, sabiendo que son más de 130 millones de personas las que hoy día necesitan ayuda humanitaria urgente y continuada, pues son víctimas directas de conflictos armados y de desastres naturales causados por el cambio climático.
Ban Ki Moom reclamó poner fin a la inoperancia y las excusas para resolver los problemas humanitarios, más cuando los recursos necesarios para salvar la vida de decenas de millones de seres humanos representan solo el uno por ciento del gasto militar mundial.
El propio secretario general de la ONU mostró pesimismo en cuanto a que puedan concluir las guerras actuales en Siria, Yemen y Sudán del Sur, entre otros conflictos, y recordó que todos los años la ONU organizaba una conferencia de donantes y que ya los países se hartaron de eso, refleja IPS.
En tanto, el premier turco aprovechó la Cumbre para advertir a la Unión Europea de que cumpla lo acordado en la llamada ley de refugiados, presunta solución buscada para que los miles de emigrantes que en la actualidad son deportados de los países de la UE a Turquía, sean aceptados por Ankara a cambio de recibir 3 000 millones de dólares en el año 2017.
De funcionar este mecanismo lo más parecido a un intercambio de mercancías, la UE autorizará la entrada de ciudadanos turcos a los países miembros del bloque sin visa.
Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para Refugiados, indicó que la asistencia humanitaria no logra proteger a la población civil de la violencia.
Puso el ejemplo de que la ayuda humanitaria no llega a miles de víctimas en situación de enorme vulnerabilidad. “En Faluya, Iraq, actualmente hay más de 50 000 civiles asediados y a merced del Estado Islámico (EI)”, enfatizó.
Hay miles y miles de personas como ellos en situaciones extremas, de las que nadie se preocupa. En Yemen, precisó Engeland, hay 20 millones de civiles con necesidades acuciantes; además, las coaliciones respaldadas por países occidentales atacan a poblaciones civiles.
Quizás por ser los más necesitados y los menos favorecidos con la llamada ayuda humanitaria, fueron los mandatarios de países africanos los que en mayor número acudieron a la Cumbre de Estambul.
Se trata de un grupo de 54 naciones que agrupan a más de 1 200 millones de personas y que, agrupados en la Unión Africana, acudieron al evento con el reclamo de que se redefina y reconfigure el sistema internacional humanitario.
Al respecto se recordó que la ayuda humanitaria debe ir acompañada de una renovada fórmula para avanzar en el crecimiento económico de los países en desarrollo.

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