El peligroso editorial de “La Nación”
30 de noviembre de 2015
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Como era de esperarse, los resultados electorales de los comicios presidenciales argentinos que favorecieron al candidato de ultraderecha Mauricio Macri y propiciarán el arribo de un nuevo gobierno en ese país a partir del 10 de diciembre, sacaron a relucir nuevamente un espinoso tema siempre a flor de piel como el de las horribles violaciones a los derechos humanos, asesinatos y miles de desapariciones forzosas aun pendientes de esclarecer durante los años de la dictadura militar más reciente.
Los procesos y sanciones a los asesinos y violadores han dado desde entonces varias vueltas, hasta llegar a la llamada “ley de punto final” que propició Carlos Saúl Menem durante su régimen y fue posteriormente abolida bajo el mandato presidencial de Néstor Kirchner, quién reanudó dichos procesos, llevó ante los tribunales y logró sanción de algunos de los principales jefes militares responsabilizados con los crímenes.
Aunque muchos de aquellos violadores, torturadores y asesinos nunca han sido aprehendidos y lograron permanecer impunes, bien dentro del país o radicados en el extranjero, otros pudieron ser enjuiciados y sancionados guardando prisión en estos momentos.
Al parecer, envalentonados por los resultados electorales o respondiendo a un plan previamente elaborado para esta circunstancia, al siguiente día de los comicios y más allá de celebrar la victoria de su candidato el diario “La Nación” de Buenos Aires lanzó un editorial pidiendo la excarcelación e indulto de los condenados por esas causas e invocaba un “cese de la venganza” contra estos represores, demandando un nuevo “punto final” que los libere y, además, el cese de todos los procesos aún pendientes.
La reacción ante la insólita solicitud no se hizo esperar por parte de los propios periodistas de “La Nación”, que hicieron público su desacuerdo –cosa muy inusual y sin precedentes– pero también políticos de diferente signo, abogados, jueces y activistas de derechos humanos.
Al venir de un periódico que se caracterizó por su defensa y alianza con el candidato Macri, muchos consideran como un evidente mensaje al ganador, recordándole sus compromisos. De ahí su peligrosidad y la posibilidad de que ello indique el comienzo de una campaña en ese sentido, a la que otros medios nostálgicos que fueron apoyos de la dictadura se sumarían.
El actual presidente de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Lorenzetti ha afirmado, en relación con el tema, que “no hay marcha atrás con los juicios de “lesa humanidad” por los crímenes de la dictadura (1976-1983) y apuntó que esos procesos seguirán adelante, pues “son una política de Estado”.
Hablando ante los periodistas, con motivo del fin de año, Lorenzetti dijo –según agencias de prensa– que “lo que importa es que nos guiamos por la Constitución”, añadiendo que “no hay gobierno que sea dueño del estado social de derecho, de los derechos humanos, sino que todos los argentinos somos dueños de la Constitución”.
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