Parque Calderón
20 de marzo de 2015
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Calle de los Oficios esquina Sol. Parque Calderón.
El Parque Calderón, con un diseño novedoso en sus formas y distribución espacial, vio su realización en la década del ’90 gracias a un proyecto de los especialistas de la entonces Dirección de Arquitectura Patrimonial de la Oficina del Historiador. Se ubicó en una parcela desocupada, existente en el ángulo formado por las calles de Oficios y Sol, quedada por la demolición de las construcciones coloniales allí existentes, la desafortunada pérdida brindó oportunidad al desafío, para intervenir de algún modo estos espacios que si bien no pueden reedificarse en el presente inmediato, sí pueden como solución alternativa, devenir en pulmón de la congestionada ciudad, un área libre de esparcimiento para sus pobladores más pequeños y el descanso acogedor de sus habitantes.
Se logra de este modo hacer más útil la vieja ciudad habanera y mejorar las condiciones de vida de su población, llevando a la práctica la política social que forma parte del empeño de nuestra institución, utilizando elementos urbanos adecuados en la búsqueda de soluciones, con un verdadero respeto a la colindancia con edificios significativos, en una de sus principales y más antiguas vías.
Colinda con la antigua mansión de los Marqueses de Casa Calderón, rehabilitada también y convertida en Ludoteca y sede del Centro Estudiantil “Luz y Caballero”, el parque que de ella tomó su nombre, sirve de apoyo a las actividades desarrolladas por los niños y jóvenes en su vecina sede. La mansión perteneció al Excelentísimo Señor don Francisco José Calderón y Kesser, Marqués de Casa Calderón; fue construida durante el siglo XVIII, con transformaciones realizadas en el XIX y llegó al pasado siglo XX convertida en casa de múltiples familias, hasta que se restauró para acoger la nueva función cultural.
En el parque Calderón se evidencia el juego con las formas curvilíneas junto al correr sonoro del agua, en su atípica fuente o surtidor, diseminada a lo largo de un sistema de canales. El contexto arquitectónico del que forma parte expone un claro contraste entre lo viejo y lo nuevo sin romper con el entorno donde se ha ubicado, por mantener el sentido urbano la nueva definición de este sitio.
Protegido del exterior por una verja de hierro, en su interior una pérgola hace juego al movimiento del trazado de la fuente, la cerámica deja su impronta en los detalles ornamentales, mientras que las paredes medianeras de los edificios que le rodean dejan al descubierto la huella de sus arcos y fenestraciones. Un discreto sistema de iluminación adosado a las paredes y jardines, permiten el atractivo juego de luz y sobra después de la caída de la tarde.
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