ribbon

Estadísticas y crudas realidades

17 de febrero de 2015

|

Informes y datos estadísticos de diversos temas, con muchas cifras y crudas realidades, aparecen con frecuencia en los más disímiles reportes de prensa.
Lo más reciente: la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que hay que crear 280 millones de empleos para que la economía mundial llegue en 2020 al mismo lugar en que estaba en 2007.
Pudiera decirse entonces que son 13 años perdidos en uno de los más importantes derechos humanos del hombre: el derecho al trabajo.
De seguir con el ritmo actual de crecimiento económico para esa fecha se habrán creado solo 200 millones de empleos, lo que equivale a que 80 millones de personas se mantengan en paro.
Si a esta situación agregamos lo aparecido en un reciente informe de la ONU, donde se especifica que el nivel de desempleo juvenil podría ser “seis o siete veces” superior a lo que indican las últimas cifras de la OIT, nos damos cuenta del panorama sombrío que se vislumbra aun cuando en algunas economías como la norteamericana se observe un repunte luego de años de incertidumbre.
En 2014 había 201 millones de personas sin ocupación, 1,2 millones más que en 2013.
Otro aspecto es que la OIT fijó en 13 por ciento el actual índice de desempleo entre los jóvenes de 15 y 24 años de todo el mundo, lo que equivale a 74 millones de jóvenes, aunque alertó que ese nivel se incrementará en el próximo futuro.
De acuerdo con un despacho noticioso de IPS, el paro juvenil es especialmente problemático en Europa, con tasas de hasta 52 por ciento en Grecia y España. Según pronóstico de la OIT entre 2014 y 2019 el mismo se elevará hasta ocho por ciento en algunas partes de Europa, América del Sur y África
Para BBC Mundo, que se refiere a un documento emitido por la Organización Internacional del Trabajo el cálculo es que entre 2007 y 2008 se perdieron 61 millones de puestos de trabajo debido a la grave crisis que afectó el mundo.
Lo que resulta difícil de omitir a la hora de los análisis sobre la caída de fuentes de empleo, es el efecto nocivo de las políticas neoliberales de austeridad que acabaron con los beneficios sociales en Grecia, España y en menor medida en otras naciones del llamado Primer Mundo.
Un ejemplo de cómo es posible evitar el deterioro del mercado laboral lo constituyó Brasil en el año 2014, cuando su Producto Interno Bruto apenas creció y sin embargo el desempleo no aumentó, gracias a las políticas de inclusión social del gobierno.
En Corea del Sur se siguió una estrategia de mejoramiento de la inserción laboral de sectores específicos de la población –jóvenes, mujeres,– que dieron como resultado la creación de un millón de empleos entre 2010 y 2014, indica un cable de IPS.
En los datos emitidos por la OIT, se especifica que el aumento del desempleo y el lento crecimiento económico eleven las desigualdades de los ingresos y la riqueza en todo el mundo. El 10 por ciento más rico del planeta tendrá entre 30 y 40 por ciento del ingreso total, mientras que el 10 por ciento más pobre ganará menos de dos por ciento, pronosticó.
Son cifras crudas de una realidad muy brutal también.

Comentarios