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Las grandes enseñanzas de La Edad de Oro

21 de noviembre de 2014

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imageEn julio de 1889 salió el primer número de  La Edad de Oro, revista especialmente escrita por José Martí y editada por el brasileño A. Da Costa Gómez.
La Edad de Oro fue una publicación mensual de recreo e instrucción dedicada a los niños de América, según rezaba en su portada. De ella sólo aparecieron cuatro números entre julio y octubre de 1889. Dejó de salir al presentarse una contradicción entre Martí y el editor.
En la introducción del primer número, Martí les explicó a los niños los objetivos y el alcance de la publicación. Resaltó:  “Para los niños, es este periódico, y para las niñas por supuesto. Sin las niñas no se puede vivir, como no puede vivir la tierra sin luz. El niño ha de trabajar, de andar, de estudiar, de ser fuerte, de ser hermoso: el niño puede hacerse hermoso aunque sea feo; un niño bueno, inteligente y aseado es siempre hermoso. Pero nunca es un niño más bello que cuando trae en sus manecitas de hombre fuerte una flor para su amiga, o cuando lleva del brazo a su hermana, para que nadie se la ofenda.”
Y más adelante precisó:  “Este periódico se publica para conversar una vez al mes, como buenos amigos, con los caballeros de mañana, y con las madres de mañana; para contarles a las niñas cuentos lindos con que entretener a sus visitas y jugar con sus muñecas; y para decirles a los niños lo que deben saber para ser de veras hombres.”
También llegó a enfatizar: “Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo.”

Expresó además cómo deseaba ser recibido y recordado por los niños que leyeran La Edad de Oro: “Lo que queremos es que los niños sean felices, como los hermanitos de nuestro grabado; y que si alguna vez nos encuentra un niño de América por el mundo nos apriete mucho la mano como a un amigo viejo, y diga donde todo el mundo lo oiga: “ ¡Este hombre de La Edad de Oro fue mi amigo!”
En el propio anuncio de la publicación Martí señala que deseaba poner en manos del niño de América un libro que lo ocupe y regocije, que le enseñe sin fatiga y le cuente en resumen pintoresco lo pasado y lo contemporáneo.
Como un buen padre que conversa con sus hijos y con palabras sencillas y láminas  Martí trata con los niños acerca de cuanto ellos necesitaban o desearan saber y les hace referencia a diferentes cosas útiles.
En  las cuatro ediciones de la revista incluye cuentos, fábulas, poemas, crónicas y reseñas de diferentes lugares así como una sección titulada “La Ultima Página” en la que hace reflexiones sobre el contenido de los principales trabajos incluidos en la publicación y además ofrece consejos muy útiles a los niños.
Por ejemplo en el primer número en la referida sección Martí significa: “Los versos no se han de hacer para decir que se está contento o se está triste, sino para ser útil al mundo, enseñándole que la naturaleza es hermosa, que la vida es un deber, que la muerte no es fea, que nadie debe estar triste ni acobardarse mientras haya libros en las librerías, y luz en el cielo, y amigos, y madres”.

También resaltó algo esencial, el hecho que la fuerza está en el saber, más que en los puñetazos, aunque no descartó la importancia que las personas se aprendieran a defender “porque siempre hay gente bestial en el mundo, y porque la fuerza da salud, y porque se ha de estar pronto a pelear, para cuando un pueblo ladrón quiera venir a robarnos nuestro pueblo.-“
Detalló al respecto que para ese  es bueno ser  fuerte de cuerpo; “pero para lo demás de la vida, la fuerza está en saber mucho…”
Igualmente en esta sección Martí  expuso que estas últimas páginas serán como el cuarto de confianza de La Edad de Oro, “donde conversaremos como si estuviésemos en familia.”
En las restantes ediciones de esta revista Martí también incluyó esta sección en la que ofreció consejos muy útiles, y que a través del tiempo siguen teniendo una gran significación y vigencia y que resultan válidos tanto para los niños como para las personas adultas.
Varios especialistas cubanos y de otros países han expuesto consideraciones sobre la trascendencia y vigencia de La Edad de Oro.
El doctor Salvador Arias al hacer una valoración sobre esta publicación de Martí dirigida demodo especial a los niños, expresó: “-La variedad de artículos, de cuentos, de poemas que hay en La Edad de Oro pudiera parecer algo dispersa pero si vemos con un poco más de cuidado nos damos cuenta que hay una unidad muy lograda, muy conseguida por Martí, por ejemplo si vemos el primer número está constituido alrededor de la idea  del héroe, qué cosa es ser héroe  él abre con esa especie de editorial que es Tres Héroes  en el cual nos habla de Bolívar, de Hidalgo  y de San Martín, incluso del catalancito que una vez defendió al pueblo español  contra las tropas napoleónicas y convenció a los niños de ellos también podían ser héroes. Pero también está cuando habla de La Ilíada de Homero y ahí habla del otro concepto de héroe; va mucho más allá, en la fábula famosa sobre la ardilla y la montaña, la ardilla le demuestra a la montaña otra forma de ser héroe y en el cuento Bebé y el Señor Don Pomposo, es un niño que el regalo que le han dado a él se lo deja al primo pobre, esa es otra forma de ser héroe.  Así Martí va conformando toda una diversidad de posibilidades de ser héroe, como diciéndole al niño que no solamente es héroe el que defiende a la Patria en un momento determinado,  que se puede ser héroe también en la cotidianidad.”

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