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ALBA: oportuna y solidaria respuesta a la lucha mundial contra el Ébola

21 de octubre de 2014

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La oportuna y rápida contribución de Cuba en pos de mitigar la mayor emergencia sanitaria que tiene hoy la humanidad, fue destacada por todos los asistentes a la Cumbre Extraordinaria de la Alianza Bolivariana de los pueblos de Nuestra América- Tratado de Comercio de los Pueblos, celebrada esta semana en La Habana y consagrada a analizar y emprender medidas urgentes para impedir la propagación del ébola a nuestra región y otras áreas del mundo.
Desde la aparición del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, el SIDA, no había existido otra amenaza de la magnitud de esta enfermedad, que ya ha causado la muerte hasta la fecha a más de cuatro mil 500 personas en África Occidental y Central.
Los dignatarios de la naciones del ALBA- TCP, junto a otros dirigentes de gobiernos del Caribe y altos representantes de la ONU y las Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud, expresaron su admiración hacia Cuba y la brigada de 165 profesionales de la salud integrantes del contingente internacionalista Henry Reeve, que hoy trabaja en Sierra Leona y Liberia, además de incorporarse a los servicios de salud de Guinea Conakry, después de recibir una sólida preparación técnica y científica en la Isla.
Con esta cita, como expresara el líder histórico de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro, los caribeños y latinoamericanos enviamos un mensaje de aliento y de lucha a los demás pueblos del mundo.
El encuentro, como es conocido, fue propuesto por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, junto a los gobiernos de otros países del área, en respuesta al llamado del Secretario General de la Organización de Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud, con el objetivo de concertar esfuerzos a escala internacional para el enfrentamiento a esa epidemia de impredecibles consecuencias para toda la humanidad. Estuvieron presentes las 12 naciones miembros del ALBA-TCP: Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Santa Lucía, Mancomunidad de Dominica, y San Vicente y las Granadinas; a las que se sumaron Haití como país invitado, además de Granada, en calidad de observador.

La reunión de La Habana, constituye elocuente y sublime expresión de la vocación solidaria expresada por las naciones integrantes del ALBA desde la constitución de este mecanismo de unidad e integración regional, que cumplirá próximamente su primera década de gestión a favor de las más perentorias necesidades sociales de los pobladores de Nuestra América.
Durante la cumbre de La Habana, Carissa Etienne, directora general de la Organización Panamericana de la Salud, expresó la gratitud universal a los promotores de esta iniciativa, cuyos resultados evidencian la unánime convicción de las autoridades y pueblos de estos países de emprender estrategias efectivas de enfrentamiento y prevención del Ébola en la región latinoamericana y caribeña.
Margaret Chan, Directora General de la Organización Mundial de la Salud, refirió que ningún país está ciento por ciento seguro, y que son muy lógicas y necesarias las medidas que se tomen en cada región para evitar la propagación de la enfermedad.
En un mensaje especial, el secretario general de la ONU, Ban Ki- moon, calificó la Cumbre de La Habana como una importante reunión y ratificó el tema del ébola como un problema que exige una respuesta masiva global inmediata.
En su intervención ante los participantes en la cita extraordinaria del ALBA – TCP, el presidente cubano, General de Ejército Raúl Castro, comentó que América Latina y el Caribe tienen una gran deuda con los pueblos africanos, ya que ellos contribuyeron de manera significativa a la creación de las notables riquezas materiales y espirituales que conforman nuestra identidad. Como ejemplo de respuesta efectiva a esos vínculos entrañables, Raúl subrayó que Cuba ha enviado más de 76 mil colaboradores a laborar en 39 países; de ellos actualmente hay más de cuatro mil cooperantes cubanos de salud en 32 países africanos, incorporados todos al esfuerzo preventivo para evitar la propagación del ébola.
Esta amenaza, enfatizó el Presidente de los consejos de estado y de ministros de Cuba, debe frenarse con una respuesta internacional inmediata, eficaz y con recursos, de forma coordinada y con el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud. Para ello requiere el esfuerzo y compromiso indispensable de todas las naciones del mundo, según las posibilidades de cada una.
Ratificó que Cuba está dispuesta a trabajar con todos los países codo con codo, incluyendo a Estados Unidos, y que se necesita voluntad integradora, organización y planificación, así como articulación del trabajo no solo asistencial y curativo, sino también preventivo, para lo cual es requisito indispensable el cumplimiento de los protocolos médicos establecidos por las máximas autoridades sanitarias mundiales.
Igualmente extendió una invitación a las naciones de América del Norte a incorporarse a esta lucha.
En respuesta a las necesidades y el reclamo de naciones y pueblos del área, Cuba expresó su disposición de contribuir con sus recursos a prevenir, entrenar personal y ofrecer asesoría, brindando prioridad a Haití y los países del Caribe, además de ofrecer su experiencia a los estados de mayor vulnerabilidad.
Es preciso destacar que Cuba tiene actualmente cerca de 50 mil colaboradores en 25 países de nuestra América; de ellos, el 25 por ciento son médicos, quienes junto a sus colegas del continente – muchos graduados en universidades cubanas – constituyen una poderosa fuerza en esta batalla sin tregua contra la propagación del ébola.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, acudiendo al pensamiento del Comandante Hugo Chávez, señaló que el ALBA es el epicentro de un nuevo escenario para la unión en interés de enfrentar juntos los nuevos desafíos. En ese sentido existen valiosas experiencias, como la crisis energética con Petrocaribe, el terremoto de Haití o el nacimiento de la Operación Milagro, que ha devuelto la vista a más de tres millones de personas.
Como se ha informado oportunamente, la cita de la capital cubana se ha pronunciado, entre otros muchos temas, por la coordinación de esfuerzos para prevenir y enfrentar la epidemia del Ébola, incluida la rápida prestación y utilización de la asistencia entre nuestros países, con trabajadores sanitarios y los suministros y materiales pertinentes; así como la rápida activación de la Red de Vigilancia epidemiológica del ALBA-TCP y la creación de una red de comunicación y alerta temprana, utilizando las más modernas tecnologías para resguardar los sistemas sanitarios. Es preciso proporcionar a los pobladores de nuestras naciones una información amplia y precisa sobre el ébola y los mecanismos para su prevención y enfrentamiento.

La magna reunión decidió, además, reforzar las medidas de vigilancia y control epidemiológico en las fronteras, en particular en puertos y aeropuertos; fomentar las investigaciones científicas, epidemiológicas y biológicas sobre el ébola en el marco del ALBA-TCP, y propiciar la cooperación en esta esfera con otros países. Asimismo se acordó proponer que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(CELAC) promueva esfuerzos regionales encaminados a prevenir y enfrentar la amenaza de la epidemia del Ébola, De manera unánime, los asistentes al encuentro de La Habana manifestaron la absoluta decisión de las naciones integrantes del ALBA de brindar todo el apoyo necesario para combatir, desde todos los frentes, al peligroso flagelo que hoy pende sobre la vida de millones de seres humanos de la región y del Planeta en su conjunto. Todos, unidos en este colosal esfuerzo a favor de la salud y el futuro de la humanidad, manifestaron la intención de seguir el ejemplo solidario, oportuno y eficaz de Cuba, en la lucha contra el ébola.
Como expresara Fidel en su artículo La hora del deber, “El personal médico que marcha a cualquier punto para salvar vidas, aun a riesgo de perder la suya, es el mayor ejemplo de solidaridad que puede ofrecer el ser humano, sobre todo cuando no está movido por interés material alguno”
Inspirados en esta noble voluntad, deberán trabajar de inmediato, las autoridades gubernamentales y sanitarias, las organizaciones sociales y, en general, todos los pobladores de esta hermosa y rica región del mundo que vivimos.

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