ribbon

Bombardeo avisado…

21 de octubre de 2014

|

…no mata al Estado Islámico. Parece una exageración, pero es así. Desde que Estados Unidos anunció y comenzó a realizar sus bombardeos aéreos “quirúrgicos”, las fuerzas del EI han avanzado aun más, ocupado extensa porción del territorio de Siria a lo largo con la frontera con Turquía y obligado a desplazarse a decenas de miles de kurdos sirios, mientras recibe armas y dinero de no se sabe que agradecido deudor.
Se habla de una coalición de países occidentales y del Golfo que tienen entre sus fines el exterminar al EI, otrora una rama de la organización Al Qaeda, ambas excomulgadas teóricamente por el Imperio, después de haberlas creado, financiado y organizado en acciones terroristas contra naciones inamistosas, principalmente Siria.
El gobierno norteamericano ha utilizado los videos de decapitaciones de dos periodistas norteamericanos y posteriormente de un chofer británico, para justificar propagandistamente una intervención aérea y el envío de miles de asesores a Iraq, y me asombro de que no llame la atención de que, coincidentemente, en mayor o menor medida, los tres indicaran ideas contrarias a la guerra y uno de ellos, momentos antes de su asesinato, culpara a Estados Unidos por ello.
Estados Unidos calificó de éxito de que unos cien ciudadanos norteamericanos se hayan visto obligados a desistir de incorporarse al EI, pero se afirma que otros 400 estadounidenses están en sus filas, al igual que unos 5 000 europeos, muchos de ellos con esmerada preparación militar, así como que la organización ya recibió el apoyo del grupo radical Movimiento Islámico de Uzbekistán (MIU), que tiene vínculos con Al Qaeda
Según RIA Nóvosti, el Ministerio del Interior uzbeco aseveró que “existen pruebas definitivas de la participación de los militantes de MIU en combates junto a los del Estado Islámico”. E Movimiento Islámico de Uzbekistán está considerado un movimiento terrorista por los países de Asia Central, Rusia y EE.UU.
Pero lo cierto es que los ataques de los aviones de combate estadounidenses concentran sus ataques en Sitia, donde perecen más civiles que combatientes yihadistas.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que los bombardeos norteamericanos destruyeron zonas de molinos y almacenes de grano en la ciudad norteña de Manbij, una zona controlada por el Estado Islámico, matando al menos a dos trabajadores.
La destrucción de un edificio en una carretera que sale de la población también causo la muerte de personas inocentes, lo cual, según la entidad, confirma que aunque los bombardeos han afectado a los terroristas, no hay señal alguna de que la situación le sea adversa y, por el contrario, se recuperan fácilmente y avanzan aun más.
Tal situación ha hecho decir a observadores y expertos como el ex director de la Agencia Central de Inteligencia, León Panetta, que Estados Unidos tendrá que permanecer atacando la región durante 30 años para lograr sus objetivos.
En toda esta vorágine, el Pentágono ha aprovechado para rearmar a los llamados opositores conservadores al gobierno sirio, el Estado Islámico sigue sin tirarle ni una piedrecita a Israel, el gobierno sionista maniobra para que los kurdos iraquíes se decidan a hacer su Estado para despedazar a Iraq, y surgen nuevas evidencias de que los principales dirigentes del EI han tenido estrechas relaciones con los servicios de inteligencia estadounidenses y el Mossad israelí.
No importan las pérdidas de vida ajenas, ni la destrucción, porque de una u otra manera EE.UU. intentará conservar reservas energéticas y apoderarse de otras, al tiempo que los miles de millones de dólares que sobrepasen el ya abultado presupuesto militar, engrosarán los fondos de las compañías constructoras de armas, duplicarán los salarios de sus ejecutivos y mantendrán ocupados a miles de trabajadores enrolados en la lucrativa industria de la muerte.

Comentarios