Las emociones y las profesiones de riesgo

19 de septiembre de 2014

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Yolanda Ramiro Sánchez

Quiero profundizar en la relación entre las emociones, su adecuado manejo y las profesiones, ya que anteriormente pasada traté este tema, pero me dediqué a hacerlo solo en cuanto que a las relaciones interpersonales, de cómo el médico debe ser competente emocionalmente con sus pacientes por la circunstancia negativa que significa estar enfermo o tener un familiar enfermo, así, de manera diferente, qué habilidades de comunicación afectiva debe poseer un vendedor con su cliente que está en un momento agradable porque desea agasajar a alguien por su cumple años. Y hoy escribo sobre las emociones y las profesiones también, pero desde la perspectiva de uno mismo, o sea las competencias intrapersonales y determinadas profesiones consideradas de riesgo y alto estrés, como son -según las investigaciones- la profesión médica (con mayor énfasis los médicos de urgencias), los policías y los bomberos. Creo que no resulta difícil entender que estas personas dedican todo su horario laboral, día tras día a estar en el filo entre la vida y la muerte, y es por eso que se consideran las más estresantes, por lo que es menester que reciban entrenamiento en el manejo de las emociones, además ¡por supuesto! del alto conocimiento, entrenamiento y eficiencia que deben poseer en las habilidades específicas de la profesión. Pero repito que no se puede descuidar el hecho  que estos profesionales precisan de una constante ayuda psicológica en el entrenamiento emocional, lo cual no es un curso teórico, ni tan siquiera un taller práctico, sino una constante atención que les permita entrenarse ante las mil y una situaciones a las que se tienen que enfrentar. Pónganse a pensar; estas personas todos los días salen de sus casas y algunos pueden no regresar nunca más porque mueren en un incendio, o en un enfrentamiento durante un robo, o el médico puede que regrese no pudiendo salvar una o varias vidas  ¿cómo se deben sentir? ¿cómo lo manejan en su vida diaria, con su familia, su pareja? No se pueden despersonalizar y distanciarse afectivamente -que es un recurso que utilizan algunos o muchos- para poder afrontar la labor y sus consecuencias, porque este es un mecanismo que afecta toda su vida de relación y se convierte en una forma de sociopatía que es altamente dañina y afecta su ejercicio profesional y su realización personal. Recuerdo que mientras yo trabajaba en África, una amiga pediatra me decía que llegar al hospital los días que estaba de guardia en urgencias  le era muy difícil por la cantidad de niños que morían y que ella deseaba de todo corazón que no murieran ese día más de cuatro niños, lo que, sacándolo de contexto hacia otro lugar donde hay un buen servicio de salud, esa es una cifra espeluznantemente elevada. Con esta conversación y porque yo también tenía que asistir al hospital con los estudiantes de medicina en su trabajo asistencial y vi niños que morían, fue que pude sentir en carne propia la capacidad de afrontamiento emocional que se requiere para dedicarse a profesiones de riesgo, que en este caso que describí se le suma el peligro de adquirir enfermedades como  el cólera, el SIDA, la tuberculosis y otras que lamentablemente tienen en África una altísima incidencia. No tengo experiencias con la policía, ni con los bomberos y solo puedo escribir sobre lo que las investigaciones aportan y que refieren que los niveles de estrés son muy elevados -lo que es un factor de riesgo para un número importante de enfermedades- y llevan sus actuaciones profesionales a la vida personal con mucha frecuencia, como es la desconfianza, el uso de fuerza excesiva, adoptar conductas riesgosas, no permitirse expresiones afectivas positivas por considerarlas como manifestación de debilidad, lo que lleva a una alexitimia (falta de sentimientos) sobre impuesta, o sea, para decirlo de manera más potable, controlan sus emociones y sentimientos para poder realizar su trabajo eficientemente y al ser muy difícil tener dos caras y ser controlado en el trabajo y muy afectuoso con la familia, pues lo traspolan también a las demás áreas de su vida. El espacio se me acaba -siempre demasiado corto- pero creo que dije lo esencial, y si me están leyendo algunos médicos, policías y bomberos y se sienten como he dicho, les aconsejo que busquen ayuda, pero nunca se permitan reprimir sus emociones, porque es lo uno de los aspectos más importantes que nos diferencian de los animales irracionales.