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Los beneficios de la miel vistos en nuestra piel

13 de junio de 2014

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La naturaleza ha sido pródiga en regalos e indiscutiblemente la miel es uno de ellos. Los seres humanos han usado la miel desde hace más de 9000 años y de esto dan fe los testimonios dejados por civilizaciones tan antiguas como la egipcia y la griega.
La miel puede ser usada en cientos de formas para ayudar al cuidado de la piel. En dependencia de cómo y en qué proporción se mezcle, puede ayudar a restaurar, limpiar y alimentar el cutis.  Tiene además la conveniencia de que usada como ingrediente en preparados medicinales y en recetas de cocina, no necesita preservos, ni  requiere de refrigeración. Además, contiene aminoácidos y enzimas vitales para las células. Cabe también señalar que la miel ayuda a absorber el calcio y es rica en vitaminas y minerales, ayuda a sanar heridas y tiene propiedades antibióticas, antivirales, antiinflamatorias, anticarcinógenas y antialérgicas.
Empleada para el cuidado de la piel, la miel se recomienda para todos los tipos de cutis y dependiendo de los otros ingredientes con los que se mezcle, es posible aumentar su poder respecto a alguna función específica.
Hay muchas recetas que usan la miel como ingrediente principal. La mascarilla de miel con limón es una de las más usadas. Esta es excelente para limpiar la piel y balancear los niveles de aceites naturales que la hacen grasosa. Esta combinación de miel y limón también es usada como remedio casero para infecciones en la garganta con excelentes resultados.
Siguiendo con los cuidados del cutis, la combinación de miel y arcilla es excelente para todos los tipos de pieles. Esta mascarilla alimenta el cutis y ayuda a limpiarlo. La consistencia del preparado depende del gusto del usuario, aunque usualmente se prepara con más arcilla que miel para mejorar su adherencia.
La mascarilla hecha con miel y avena es exfoliante y limpiadora. Para prepararla se debe mezclar un cuarto de taza de avena y una cucharadita de miel. Si se desea se pueden adicionar también dos cucharadas de yogur sin sabor ni azúcar. Se aplica sobre la piel limpia y húmeda y se deja actuar durante quince minutos.
Para las pieles secas, las mascarillas preparadas con una cucharada de miel y un huevo. Esta es excelente para humectar la piel deshidratada y reseca.
Una recomendación importante para retirar cualquiera de estas mascarillas, es lavar la cara con agua tibia o fresca, sin usar jabón y después aplicar un tónico o astringente para terminar de limpiar la piel y cerrar los poros. Si se desea, se puede concluir aplicando la crema humectante habitual.

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