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Rechazo al injerencismo imperial

11 de julio de 2014

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No hay que ser adivino y tal como vienen las cosas, la reunión del grupo BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) en la ciudad brasileña de Fortaleza servirá para fortalecer los lazos entre esas naciones emergentes y propugnar una política financiera que rechace cualquier injerencia especulativa.
En este contexto, destaca la invitación de Argentina a la reunión, precedida por el ya muy comentado y publicitado caso de los fondos buitres, por lo cual el evento adquiere una mayor dimensión.
BRICS, que pudiera convertirse en BRICSA, si se incluye en el futuro a la representación de Buenos Aires, siempre ha sido vista como un peligro por los depredadores neoliberales, y no por gusto esas naciones han sufrido las injerencias de todo tipo en los últimos tiempos.
Además del cerco militar que EE.UU. y su Organización del Tratado del Atlántico Norte realizan en mayor medida contra Rusia, esta nación tiene que cuidar sus fronteras y defender a la población de habla rusa de las nuevas autoridades de Ucrania, muy permeadas por elementos nazis y que pretenden subsistir con el dinero de Occidente.
Asimismo, China y la India han sufrido recientemente nuevas penetraciones de elementos terroristas que tratan de explotar o crear diferencias entre las etnias, en tanto Brasil sigue envuelto en una ola de protestas para torpedear la labor de la presidenta, Dilma Rousseff, y evitar su reelección.
Un trabajo de 70 páginas, parte de las conclusiones del informe del grupo de trabajo dirigido por el economista Jim O’Neil, de Goldman Sachs, uno de los grupos de inversión más importantes del mundo, lanza la hipótesis de que el grupo dominaría la escena financiera mundial en el 2050.
Los califica de monstruos diplomáticos, geográficos, económicos y comerciales que pueden cambiar la faz y la geopolítica del planeta.
Pero Goldman Sachs se asusta ante un ente que puede afectar “nuestro modelo social, la estabilidad del modelo económico actual y también nuestra organización política”.
Lo cierto es que el BRICS, integrado por cuatro naciones capitalistas y una que construye el socialismo, se ha dedicado desde su inicio a la búsqueda de un mundo más equitativo.
Son naciones que, a excepción de China, reitero, son capitalistas, aunque intentan librarse de las cadenas que imponen el salvaje neoliberalismo de las principales potencias del planeta, al propugnar un orden mundial más democrático y multipolar basado en el régimen de la ley internacional, la igualdad, el respeto mutuo, la cooperación, la coordinación y la toma de decisiones colectivas de todos los estados. Además, apoyan los esfuerzos políticos y diplomáticos para resolver pacíficamente las disputas en las relaciones internacionales.
A poco más de cuatro años de su creación formal, el 16 de junio del 2009 en la ciudad rusa de Ekaterimburgo, se puede presentar un balance en el que destacan pasos consecuentes en la cooperación energética y proyectos conjuntos en las áreas sociales, principalmente la educación.
Y es que tiene un fundamento muy amplio, al descartar la política hegemónica de Estados Unidos, promover la democratización de Naciones Unidas y pedir cambios en las políticas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Una de las cuestiones más importantes es la cooperación en la investigación de tecnologías avanzadas, con el acento puesto sobre un diálogo en que, aunque exista el necesario pragmatismo, sea abierto y transparente, lo cual no solo conlleva al beneficio de las naciones implicadas en el grupo, sino a todas aquellas que luchan para construir un mundo armonioso de paz duradera y de prosperidad común.
En este contexto, condenaron la masacre de la población libia por integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN), la agresión a Siria, el terrorismo en todas sus formas, y expresaron su gran compromiso con la diplomacia multilateral y con el papel central que la ONU debe jugar para enfrentar los desafíos y amenazas nucleares.
BRICS, sin dudas, es un factor de peso en el área internacional, al constituir casi la mitad de la población mundial y poseer el 40% de las reservas en divisas, el 18% del Producto Interno Bruto y el 15% del volumen del comercio.
A ello se une que estudian la sustitución del dólar como divisa fundamental, aunque tienen el problema de que la mayor parte de sus reservas están en esa moneda. La reunión de Fortaleza es también muy importante al efecto, y más ahora cuando se comprueba nuevamente que los centros financieros imperialistas utilizan todo tipo de subterfugios para quebrar la economía de países como Argentina, un posible candidato a integrar el grupo.

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