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Un músico cubano del que se habla poco

13 de junio de 2014

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~€ìA través del tiempo he podido comprobar que hay grandes músicos cubanos apenas promocionados, si los comparamos con otros que no se destacan por su excelencia. ¿Razones? Todos las sabemos. Y es por esto, que hoy voy a dedicar mi comentario a uno de esos artistas cuya vida musical fue muy fructífera y reconocida en el mundo: Félix Guerrero.
Nacido en la ciudad de La Habana, en 1917, este compositor y director de orquesta, comenzó a estudiar música con su padre, y más tarde con los maestros César Pérez Sentenat, Pedro Sanjuán y Amadeo Roldán. Luego, culminó su formación académica en la escuela Juilliard, de Nueva York y, finalmente, ganó una beca por oposición, y viajó a París, donde fue alumno de los eminentes profesores Eugene Bigot y Nadia Boulanger.
Los inicios profesionales de Félix Guerrero fueron cuando tenía 14 años, y se incorporó a la Orquesta de los Hermanos Palau, que siempre tocaba para la aristocracia habanera, a la que siguió la Bellamar, de Armando Romeu. Después se incorporó a la Mil Diez como orquestador y arreglista, a cuya emisora siguieron otras, y más tarde se incorporó a la televisión, llegando a ser director de la Gran Orquesta de la Radio y la Televisión.
Debido a su talento musical, su sólida formación académica, y su gran disciplina, Guerrero recibía constantes proposiciones de trabajo y hasta fue contratado para dirigir la orquesta del Hotel Riviera con la que actuó la famosa Camen Amaya y realizó una gira internacional.
Como director de orquesta, se presentó en escenarios internacionales, al frente de orquestas sinfónicas norteamericanas y europeas, incluso, después del triunfo de la Revolución Cubana de 1959.Y no podemos dejar de mencionar su trabajo junto al coreógrafo Ramiro Guerra.
Sobre la excelencia del trabajo de Félix Guerrero como orquestador, la generación actual puede comprobarla escuchando las grabaciones de las obras escénicas del maestro Ernesto Lecuona: “Rosa la China”, “María la O” y “El cafetal”, realizadas con elenco español y la Orquesta de Cámara de Madrid, conducidos por él, en los años cincuenta del pasado siglo. En esa ocasión, también grabó obras españolas con la famosa Celia Gámez, y obras cubanas en forma de fantasía.
Y no puedo terminar mi comentario, sin referirme al Félix Guerrero compositor, cuyo catálogo incluye: un “Concierto para clarinete y orquesta”, “Tríptico campesino”, “Cuadros sonoros”, “Suite Cubana” y “Homenaje al Sóngoro Cosongo”.
Espero que este comentario le convenza de que del maestro Félix Guerrero debía hablarse más.

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