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La toma de Batabanó

28 de mayo de 2014

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El 13 de marzo de 1896, las fuerzas al mando del lugarteniente general Antonio Maceo tomaron el poblado habanero de Batabanó, lo que constituyó un importante triunfo de la permanencia del Titán de Bronce en la provincia de La Habana.
Batabanó, 40 kilómetros al sur de la capital, contaba con un puerto por el que los españoles recibían pertrechos de guerra de otros de la costa sur de la Isla, aún bajo su control, como Cienfuegos, Casilda, Santa Cruz del Sur y Santiago de Cuba. Era también ese pueblo sitio principal de tránsito ferroviario para el traslado de tropas y material bélico.
Cinco días antes, el capitán general  Valeriano Weyler, marqués de Tenerife, había publicado un bando en el que afirmaba que las provincias occidentales estaban pacificadas y que Gómez y Maceo partían para Oriente, en busca de salvación.
En Batabanó, Maceo mandó incendiar el ingenio y finca Teresa, de los más importantes de la provincia y que servía de concentración y descanso a las columnas enemigas.
Dos días después el Titán parte para Pinar del Río, y no regresaría a La Habana hasta el cinco de diciembre de 1896. El gobierno español quedaba ridiculizado y la guerra en La Habana se recrudecía con la incorporación de miles de habaneros a las fuerzas mambisas y la posterior invasión de Pinar del Río.
A partir de marzo de ese año, 1896, el mando español concentró en la provincia más de 20 mil soldados, los que unidos a los guerrilleros y voluntarios, pasaron de 30 mil efectivos.
Entre los logros de la guerra en La Habana estuvo el de impedir el desarrollo de la agricultura comercial y muy en particular el de la industria azucarera. Y obligar a los españoles a concentrar gran cantidad de tropas en el territorio y aminorar de esa manera el hostigamiento  a otras provincias, así como aliviar la presión sobre el general Maceo. También se logró en La Habana acelerar el desgaste del gobierno colonialista y la incorporación de miles de habaneros al ejército mambí.
La toma de Batabanó por las fuerzas del general Antonio Maceo el 13 de marzo de 1896, constituyó un importante hito en el desarrollo de la invasión de Oriente a Occidente.

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