¿Sometida o sometidos nosotros a la vida?

28 de marzo de 2014

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Raúl Fuillerat Alfonso

Le propongo en este momento que tome papel y lápiz y  vaya anotando las situaciones del pasado a las cuales usted vive aferrado, que mantiene activas en su presente. Pueden ser más de una. Pregúntese y no se engañe, ¿Qué es lo que me ata y hasta me esclaviza del pasado, de lo ya vivido? Puede pensar e incluir en su lista, los traumas de la niñez, los abusos por parte de los adultos más cercanos a usted, incluyendo por supuesto a sus padres, hasta el más mínimo trauma que recuerde de su infancia, adolescencia o mucho más reciente. Piense además si en realidad lo que estudia en este momento, la profesión o el oficio que tiene, lo que hace en la actualidad fue impuesto por alguien o fue una decisión suya aunque haya sido equivocada y de cómo se siente en este momento en lo que hace, ya sea por imposición de otros o por elección suya.  Observe y anote todo lo que en la actualidad no le satisface de la vida, si disfruta o no de lo que hace, si es monótona su vida, de esa cotidianidad o rutina de hoy en día, de cómo son en realidad sus relaciones sociales en este momento.

Una vez que ha dado respuestas a estas preguntas y que de forma sintética lo ha reflejado en el papel, vaya deteniéndose en cada una de ellas y pregúntese entonces por ejemplo: ¿Qué utilidad puede tener para mi vida presente mantener vivo los traumas de la niñez o de otras etapas de mi vida pasada? No se ha percatado que de mantener vivos estos traumas se está auto agrediendo y complaciendo a aquellos que ayer se los propiciaron. Pregúntese también, ¿Tengo o no oportunidad de ser lo que quiero? y le sugiero una frase que debe tener presente cuando busque la respuesta a la interrogante anterior: Yo si puedo cambiar lo que no me agrada, yo si puedo ser como deseo ser, siempre hay tiempo para cambiar sobre todo cuando es para mejorar y sentirme mas conforme conmigo mismo.

Una vez llegado a la conclusión de que no está conforme con lo que es, con su comportamiento, con lo que tiene, y si se ha respondido o convencido de que puede cambiar su vida, entonces podría preguntarse ¿Como puedo hacer para acomodar lo que en realidad quiero ser en mi presente?

Si usted de forma fatalista continúa cargando con todo ese pasado, es como si estuviera de acuerdo en andar todo el tiempo con una carga muy pesada a donde quiera que vaya. Haga la siguiente prueba, átese a su cintura una bolsa con papas podridas y vaya a todas partes, desarrolle su vida, pero sin quitarse de su cintura la bolsa de papas podridas. El mal olor que llevara siempre consigo no le permitirá sentirse bien, todo el mundo se aislará de usted porque usted tiene mal olor, porque lleva atado a su cintura de forma permanente la bolsa con papas en mal estado. Lo normal en este caso sería tirar a la basura la bolsa con esas papas que además de dar mal olor, ya no le sirven para alimentarse, porque están fuera de tiempo, porque de consumirlas, además de ser un bocado desagradable, le dañaran su sistema digestivo. Entonces si se ha convencido, tirelas a la basura, deshágase de ellas. Le sugiero que simbólicamente tire la bolsa de papas podridas a la basura, al mar o a un pozo profundo, a un lugar donde la bolsa no pueda regresar nunca más a su cintura. Ese ejercicio imaginativo que le acabo de proponer se constituye como una forma evidente, práctica y radical de romper con la rutina de su vida.

Imagine que tiene una caja que además de ser pesada, porque es de hierro, llevas dentro cosas inservibles, como un televisor roto, prendas de vestir que ya no te sirven, pedazos de maderas carcomidas por el comején, zapatos que no son de tu medida, tubos de hierro, sin embargo a pesar del peso y de la inutilidad de estos objetos, usted insiste en andar con ella de forma permanente. Pregúntese entonces: ¿Es normal, justo, adecuado, funcional, inteligente y hasta razonable que ande de forma permanente  con esa carga pesada?

Tirar esa carga al mar, es tirar también los resentimientos, los rencores, los odios, el miedo, el dolor, el silencio aplastador, la culpa, y todo lo negativo que ha venido cargando sobre sus espaldas hasta este presente que vive en la actualidad, y sobre todo, le permite razonar que continuar auto culpándose o culpando a los demás de sus desgracias y buscando en el pasado la causa de que su vida no marche como en realidad debería ser no es lógico ni inteligente. Usted se ha creado conciente o inconcientemente un circulo vicioso con el pasado, todo me sale mal y no como yo quiero porque el pasado lo provoca, vuelve al ayer y regresa de nuevo al presente con esa carga que no acaba de deshacerse de ella.

Lo anterior no le permite razonar que siempre hay una buena oportunidad para cambiar, para comenzar y que  cada mañana, al despertar, sea como si naciera de nuevo, y recibiera una oportunidad para cambiar,  para mejorar su vida. Usted se ha percatado que esta sometido a su vida y no la vida a sus gustos y preferencias, como ha de ser. Entonces si ha comprendido que hay que hacer un cambio, le invito a reencontrarnos la próxima semana para asumir ese cambio que necesitamos.  .