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No solo ataque económico

9 de febrero de 2014

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El gobierno de Cristina Fernández se enfrenta hoy a un bien orquestado complot iniciado por los exportadores agrícolas y exacerbado por grupos mediáticos y económicos, con la complicidad tácita de la oposición y el sindicalismo.
Todo se inició con la depreciación del peso, provocada por lo que denominan “golpe de mercado” de los mencionados exportadores agrícolas, que se niegan a liquidar sus granos por las expectativas de una mayor devaluación, que los llevaría a cobrar más pesos por los dólares cobrados, y para acabar con las políticas de redistribución del ingreso que lleva a cabo el gobierno.
Ya el jefe del Gabinete, Jorge Capitanich, había advertido hace varios días que sectores reaccionarios estaban articulados con grupos de poder internacional para atizar procesos sistemáticos de agresión, y lo hacían de diversos modos: desde el rumor, hasta la acción sicológica sobre la población, con el fin de lograr un debilitamiento e influir en las decisiones.
El historiador Rapoport diferencia la crisis cambiaria de este 2014 de las de 1981, 1989 y el 2002, porque considera que aquellas se originaron por un excesivo endeudamiento externo, que ya Argentina no padece más.
Encuentra algún parecido con la de 1975, en el sentido de que la de entonces, como la de ahora, ha sido precedida por años de crecimiento industrial y de las importaciones, por lo que coincide en señalar que esta vez la depreciación del peso ha sido provocada por un “golpe de mercado” de los exportadores agrícolas.
En este contexto, el gobierno subrayó que la política cambiaria actual ayudará a recuperar la competitividad de las economías regionales y aumentar el volumen de exportaciones.
Asimismo, indicó que aún tiene que resolver importantes cuestiones, como el de recuperar el autoabastecimiento energético, fomentar una industrialización acelerada sobre la base de la sustitución de importaciones y aumentar y diversificar las exportaciones.
En el lado opuesto, la prensa dominante, en especial el Grupo Clarín, busca quitar bases de sustentación al gobierno nacional, tanto desde lo político como desde el costado económico. Una muestra acabada de esa decisión puede leerse en el artículo titulado “La paradoja de auxiliar a quien esperan que se vaya”, que firma Marcelo Cantón.
“Paradojas de la economía cuando se mezcla con la política: quienes apuestan a un cambio de gobierno pueden terminar apoyando al que esperan que se vaya. Los mercados son así, a veces terminan actuando contra sus presupuestos”, dice el columnista, en lo que parece un pedido de “golpe de mercado” contra el gobierno que acorte el período presidencial.
Según Cantón, los empresarios estarían “apoyando al que esperan que se vaya”, debido a la evolución positiva de títulos y acciones. No obstante, pronostica que “venga quien venga, sea Scioli, Massa, Macri o Cobos, habrá una política más proempresarial, más cerca del mercado”. Según el hombre de Clarín, los empresarios “especulan que eso garantizaría algo así como una catarata de capitales”, aunque “primero tenés que atravesar el desierto”.
Pero el resultado de los más recientes comicios parlamentarios subrayaron la fortaleza gubernamental, por lo que airados, tanto Clarín, como La Nación, El Día y otras publicaciones de gran capital y tirada denostaron de una u otra forma a un gobierno que demuestra en los hechos que lejos está de admitir que su poder tiene un final.
En contraposición, el senador sanjuanino Ruperto Godoy condenó los “intentos de golpes de mercado que impulsan ferozmente los intereses económicos especulativos” contra el gobierno, y ratificó su apoyo al “proyecto nacional, popular y democrático que hoy lidera la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”.
“Frente a los intentos de golpes de mercado que impulsan ferozmente los intereses económicos especulativos, los argentinos tenemos que unirnos para defender con uñas y dientes las conquistas y derechos que hemos ganado en esta última década”, declaró.
Así, se han alzado voces contra quienes pretenden desestabilizar a un gobierno electo por el voto popular, que no pueden cuestionar los mismos sectores que una y otra vez han salido airosos frente a las crisis que arruinaron a millones de argentinos.
E independientemente de que es un gobierno capitalista, la Presidenta ha influido sobremanera en lograr un régimen de inclusión social, defensa del trabajo, reindustrialización y ampliación de derecho en un contexto de integración regional.
De ahí que ante la feroz arremetida del empresariado y medios a su servicio es muy importante buscar el apoyo de la ciudadanía, principalmente de la juventud, para no desandar un camino que ya tiene reconocidamente conquistas sociales, económicas y políticas.

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