Lealtad a la Universidad es lealtad a la Patria, lealtad a la Cultura

6 de enero de 2014

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Yoel Lugones Vázquez

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Centro HIstórico de La Habana, Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, Eusebio Leal, Oficina del Historiador, Patrimonio

Fotos: Néstor Martí

Sin dudas, la Universidad ha desempeñado un rol significativo en la creación de una Cuba nueva. La formación de profesionales, la educación de postgrado, la investigación y la labor de extensión universitaria, han sido, entre otras, tareas priorizadas de este Centro de Altos Estudios que ha perseguido por sobre todo la cultura integral del pueblo.
Custodiados por un hermoso mural de Ernesto Rancaño concebido para el ábside del Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana – donde se representaron cuatro personalidades fundamentales de nuestro ser nacional junto a la Cuba amantísima: Félix Varela, José Martí, Rafael María de Mendive y José de la Luz y Caballero – se realizó el tradicional acto que evocó la fecha fundacional de la primera universidad cubana, la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana, el 5 de enero de 1728.
Presidieron el acto-aniversario 286 de la fundación de la Universidad, el Doctor Rodolfo Alarcón Ortiz, Ministro de Educación Superior; Doctor Gustavo Cobreiro Suárez, rector de la Universidad de La Habana y miembro del Comité Central del Partido; Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad, Maestro Mayor del Colegio Universitario y miembro del Comité Central del Partido; Isabel Martínez Díaz, funcionaria del Comité Nacional del Partido en La Habana; Doctor Abel Fundora Cruz, Secretario General del Partido Comunista de Cuba en La Habana. Presentes estuvieron además directivos de diversos organismos centrales del Estado, del Ministerio de Educación Superior de Cuba, de la Oficina del Historiador de la Ciudad, miembros del Consejo Universitario y profesores de la UH y del Colegio Universitario San Gerónimo, así como representantes de otros organismos.
“Hacer memoria significa enraizar los sentimientos de pertenencia, abrazar aquellas tradiciones útiles y positivas que conforman la memoria humana y enaltecen el saber”; así comenzó sus palabras el Historiador de la Ciudad, quien calificó de relevante el acontecimiento de la fundación de la primera universidad en la Isla, más si se tiene en cuenta la época y los sucesos que acompañaron tanto a escala mundial como insular este nacimiento. Es particularmente importante este hecho – apuntó – porque comienza con ella un largo camino de aglutinamiento del pensar y del saber; un camino de formación y de fortaleza de la identidad y de sus raíces poderosas.
“Lealtad a la Universidad es lealtad a la Patria, lealtad a la Cultura”. Así afirmó Leal quien sentenció más adelante que sin la propia cultura no es posible imaginar ni lo primero ni lo segundo: “Es como una escala invertida. La cultura es, en última instancia, el campo de batalla donde se debate lo más precioso que tiene e identifica la condición humana: las ideas, el pugilato de las ideas, del cual la Universidad siempre fue escenario y debe serlo”.
Y es que como bien afirmó el Historiador, la Universidad nos enseña cómo ha de tenerse paciencia al comprender, cómo ha de tenerse moderación al enseñar, cómo ha de tenerse compromiso en el hacer cotidiano.
El Doctor Gustavo Cobreiro Suárez, en las palabras finales del acto, significó que a través de los años la Universidad de La Habana siempre ha tenido una fecunda trayectoria en la que en cada momento ha sido reflejo y partícipe de las transformaciones y cambios operados en la política, en la economía, en la cultura y en la sociedad. Y es que como bien afirmó, en la colina universitaria se percibe una mística donde confluyen el pasado y el presente, que se enlazan de cara al futuro: “En nuestras aulas se han formado en estos casi tres siglos hombres que cambiaron con su ideario y actuación el curso de nuestra historia. Hablo del Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes y del Comandante en Jefe Fidel Castro. Céspedes inició la ruta de la lucha armada por la independencia que concluyó cien años después en el enero victorioso de 1959, bajo el liderazgo de Fidel que expresara en esta Universidad: me hice revolucionario, me hice martiano, me hice marxista. La sangre de nuestros jóvenes universitarios ha forjado la coraza de la patria”.
El Rector de la Universidad de La Habana también hizo un recuento de los logros alcanzados en el 2013 por este Centro de Altos Estudios, año caracterizado por grandes esfuerzos y resultados. Por citar solo algunos ejemplos, casi todas las áreas recibieron mejoras de infraestructura así como las reparaciones en algunas de las residencias estudiantiles; la oficina de transferencia en tecnologías ha ido recuperando su papel como interface entre los investigadores del sector empresarial, para así seguir trazando metas en la protección del conocimiento que se genera en el centro, lo que significa proteger el patrimonio de la nación. También el año que culminó se graduaron más de 80 doctores, de ellos 32 pertenecen a la Universidad de La Habana.
“Hoy, a 286 años, la tarea por hacer sigue siendo inmensa. Hemos sido y somos una universidad de su tiempo, comprometida con su historia, con la mirada puesta en el futuro y con la misión de formar hombres y mujeres que amen a su país, a su nación y a su patria como concepto supremo”, finalizó Cobreiro Suárez.
Las notas del himno universitario, interpretado por el Conjunto de Música Antigua Ars Longa, una vez más fueron el instante de un cierre que agasaja tantos siglos de compromiso histórico con el saber y la cultura cubana.