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Espectacular: “La flor más grande del mundo vuelve a florecer”

19 de julio de 2013

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El aro gigante o bunga bangkai (del indonesio, “flor cadáver”) Su nombre científico Amorphophallus titanum, que literalmente significa “falo amorfo titánico” (o gran falo amórfico). Es una planta herbácea, tuberosa que produce una inflorescencia en espádice llamada a veces “la flor más grande del mundo”.
Esta especie es originaria de las selvas tropicales de Sumatra (Indonesia), y además de su extraordinario tamaño, posee otra característica que la hace única: desprende un fétido olor a carne podrida, lo que impide estar cerca de ella por mucho tiempo. Por esta razón se la ha denominado “flor cadáver”. La función de este desagradable aroma es la de atraer insectos polinizadores para que se encarguen del intercambio de polen necesario para su reproducción. Atrae moscas que buscan cadáveres en los que depositar sus huevos, de los que saldrán luego larvas saprófagas.
A. titanum es una hierba que puede superar los 3 m de altura. Tiene un tubérculo superficial, del cual brota un único tallo de hasta 1 m de largo, que a su vez presenta una única hoja y un pedúnculo floral. Su floración es un acontecimiento, pues sólo lo hace tres o cuatro veces en los cuarenta años que suele vivir la planta. Una vez que comienza a aparecer la inflorescencia, crece a un ritmo de 10 cm al día hasta alcanzar un promedio de 2,50 m de altura, aproximadamente 1 m de diámetro y un peso de 75 kg. Después de esto, la flor sólo vive durante 3 días.
Las flores forman una inflorescencia en forma de espádice (es un tipo de espiga, una inflorescencia con pequeñas flores apiñadas sobre un eje carnoso), protegida por una espata (una bráctea acanalada u oval, de gran tamaño, por lo general llamativa y solitaria), verde por fuera y rojo intenso por dentro, que se abre al madurar formando una estructura acampanada en la base de la inflorescencia. El espádice es de color amarillo pálido, con las flores femeninas, reducidas a un pistilo, en la zona inferior y las masculinas en la superior; el ápice de la misma está compuesto por flores estériles, llamadas estaminodios (son estambres rudimentarios, estériles o abortados, que no producen polen). Evitando la autopolinización, las flores masculinas se abren un día más tarde que las femeninas.
La flor cadáver fue descubierta por el botánico italiano Odoardo Beccari (Florencia, 16 de noviembre de 1843 — 25 de octubre de1920) y el primer ejemplar cultivado se logró en Kew (Reino Unido) en 1889.
Los mayores especímenes cultivados, hasta el momento, son los de los jardines botánicos de:
•    Bonn (Alemania), mayo de 2003: 2,74 m;
•    Wageningen (Holanda), 1932: 2,67 m;
•    Bogor (Indonesia): 2,61 m;
•    Bonn (Alemania), en 2000: 2,57 m (la misma planta que diera la flor de 2,74 m);
•    Nueva York (EE. UU.), 1937 : 2,57 m;
•    Basilea, abril de 2011; 1,93 m;
•    Berlín (Alemania), mayo de 2011; 1,99 m.
Las últimas floraciones hechas públicas fueron:
•    12 de marzo de 2012, Jardín Botánico Doña Falla, Xalapa, Veracruz, México.
•    22 de marzo de 2012, Jardín Botánico de Kiel, Kiel, Alemania.
•    15 de julio de 2012, Jardín Botánico de la Universidad de Bonn, Bonn, Alemania.
•    19 de noviembre de 2012, Jardín Botánico de la Universidad de Basilea, Basilea, Suiza.
•    25 de diciembre de 2012,  Instituto de Arte Contemporáneo y Jardín Botánico Inhotim, Brumadinho, Minas Gerais, Brasil.
Ahora ha vuelto a florecer: Empezó a florecer el domingo 7 de julio (2013) en el Jardín Botánico Nacional de Bélgica.
Esta inflorescencia floreció por primera vez en Bélgica en 2008. Hoy es todo un acontecimiento, que se produce de manera inesperada por tercera vez en cinco años en las afueras de Bruselas. La flor comenzó a abrir sus pétalos el domingo 7 de julio en uno de los invernaderos del Jardín de Meise, en las afueras de la capital belga.
Mide 2 metros y 44 centímetros y pesa unos 50 kilogramos.  Se espera crezca unos cinco metros más.
La floración es muy breve, a lo sumo tres días. Después se marchita y habrá que esperar varios años para verla florecer de nuevo. Por lo tanto, pobladores y turistas acuden masivamente a observar esta maravilla de la Naturaleza, por lo que Bruselas aseguró la atracción, el jardín botánico amplió sus horarios de apertura. Algunos afirman que de esta flor fétida emana una extraordinaria energía sexual.
La noticia desalentadora. Arum Titan procede de los bosques tropicales de Sumatra, en Indonesia, donde está en peligro de desaparecer a causa de la deforestación.
Nota zoológica también desalentadora. Lo mismo que con la flor, está pasando con los orangutanes: El orangután de Sumatra (Pongo abelii) es una de las dos especies existentes de orangutanes, la más rara. Viven sólo en la isla indonesa de Sumatra. El informe de la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en el 2006 reveló que las poblaciones del orangután de Sumatra han decaído en un 47 % durante los siete años previos a 1999 y se cree que en los ocho años anteriores la población decayó en un 50 %. Se cree que esta tendencia seguirá si las circunstancias actuales continúan. ¡Y parece que continúan! Las principales amenazas que presentan se deben a la destrucción de su hábitat para ampliar la frontera agrícola y la explotación de maderas. Los taladores también cazan a las madres orangutanes, a las cuales dan muerte (¡asesinan!) para vender a sus hijos en el mercado negro de mascotas. Como resultado del estudio se clasificó a los orangutanes en la categoría de en “peligro crítico de extinción”.
¿Qué hacer ante la inminente desaparición de “La flor más grande del mundo”?
Quizás, el escritor José Saramago, nos proponga una respuesta, a través de su cuento infantil:

Es un texto de rara belleza, colmado de símbolos y de enigmas, destinado a una infancia que crece en un “mundo quebrado por el individualismo, la desesperanza, la violencia y la falta de ideales”. Saramago despliega su hábil mano de narrador y conforma la alegoría de un hipotético comienzo de “Otro Mundo”. El niño de la historia se convertirá en actor en la tarea de “salvar un flor que muere por falta de agua y él será el destinado a salvarla”. Como en el cuento de hadas, es un héroe que se aleja de su lugar, abandona su casa, su aldea y atraviesa paisajes desconocidos, en un principio nutridos de una impactante naturaleza viva y de improviso, el desierto. Como es un héroe, nada lo detiene, y cuando sube la ladera de la montaña empinada, ¿qué vio? Ni la suerte ni la muerte, ni las tablas del destino… Era sólo una flor. Pero tan decaída, tan marchita, que el niño se le acercó, pese al cansancio. Y como este niño es especial, como es un niño de cuento, pensó que tenía que salvar la flor. Pero ¿qué hacemos con el agua? Allí, en lo alto, ni una gota. Abajo, sólo en el río, y ¡estaba tan lejos!…No importa. Baja el niño la montaña. Atraviesa el mundo todo, llega al gran río Nilo, En el hueco de las manos recoge cuanta agua le cabía. Vuelve a atravesar el mundo. Por la pendiente se arrastra, tres gotas que llegaron, se las bebió la flor sedienta. Veinte veces de aquí allí. Cien mil viajes a la Luna. La sangre en los pies descalzos. Pero la flor erguida. Ya daba perfume al aire. Y como si fuese un roble, ponía sombra en el suelo. El niño se durmió debajo de la flor. Sobre él, resguardándolo del fresco de la tarde, se extendía un gran pétalo con todos los colores del arco iris.
No hay vacilación en el personaje… debe cumplir su misión.
Recordemos que…”la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla
Fuentes:
RIA Novosti. http://sp.rian.ru/international/20130708/157490750.html

“La flor más grande del mundo”, de José Saramago.

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