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Amanda Ledesma

9 de agosto de 2013

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Amanda Ledesma cantó en La Habana. Pero más que eso, se vieron sus películas, que recorrieron las salas del país y la dieron a conocer entre las más populares intérpretes del tango.
La artista llegó a La Habana en septiembre de 1946 para presentarse en el teatro Campoamor y actuar en la emisora radial CMQ, pero antes de debutar recibió al periodista Don Galaor de la revista Bohemia (edición del 29 de septiembre de aquel año), a quien impresionó la belleza de la Ledesma. Preguntada ella si estaba contenta de encontrarse en La Habana, respondió:
– ¿No me lo ha notado? Desde que he puesto mis pies en suelo cubano me siento aturdida. Todo cuanto me dicen, cuanto veo, cuanto me rodea, despierta en mí una ilusión (…) ¡Tengo unas ganas de correr una rumba! ¡Pero si esta es la tierra de la sabrosura…!
Después agregó:
– Diga usted ¡de verdad! que me siento emocionada de estar en La Habana. Que voy a dar cuanto me sea posible de mi arte a este público tan cariñoso.
Ella misma hizo la relación de las películas filmadas hasta entonces. En Argentina: El último encuentro, Sendero de fe, El astro del tango (junto a Hugo del Carril), Si yo fuera rica, De México llegó el amor (con Tito Guízar), Peluquería de señoras (con Luis Sandrini), Papá tiene novia, La novela de un joven pobre (de nuevo con Hugo del Carril) y Mañana me suicido. En México: Cuando quiere un mexicano (con Jorge Negrete), Ave de paso y La rebelión de los fantasmas.
Especializada en películas del género de la comedia, también filmaría, entre otras, las cintas Marina, Soltera y con gemelos, Las casadas engañan de 4 a 6, La viuda celosa, Contra la ley de Dios, Te besaré en la boca… Como cantante recorrió varios países de América Latina, con presentaciones en Bolivia, Ecuador, Venezuela y Cuba.
Si en el cine a Amanda le fue bien, igual le sucedió con la canción. Prestó su voz a diversos géneros: el vals, la ranchera, la copla… y por supuesto al tango. En la década del 50 regresó al teatro, a los espectáculos musicales, aunque se retiró tempranamente, en 1956.
Filmó y triunfó en una época de oro para el cine argentino y el mexicano, y en 1999 se le entregó el premio Cóndor por toda su trayectoria, el cual le confirió la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina. Amelia vivió 88 años (31 de diciembre de 1911 – 19 de febrero del 2000). Nació y murió en Buenos Aires.

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