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Culebrón español

16 de julio de 2013

 

Por Arsenio Rodríguez

Los españoles contemplan, asombrados, un verdadero culebrón que la realidad social de ese país les presenta este verano y entre cuyos principales protagonistas está el jefe de gobierno y otros no menos “ilustres” políticos.
Se ha vuelto cotidiano que en las primeras páginas de los diarios ibéricos, en especial El Mundo, aparezca cada día un capítulo diferente de un escándalo que estremece al partido gobernante, el Partido Popular, y sus principales líderes, ahora al frente de importantes responsabilidades gubernamentales.
El más asediado por este nuevo espectáculo, no se puede llamar de otra forma, es el propio Mariano Rajoy, quien se ha limitado a decir que no tiene nada que ver con lo que se le acusa y, eso sí, que no piensa renunciar al cargo. Así de compleja está la situación.
A veces uno se pregunta si es un entretenimiento mediático para hacer olvidar las penurias de un país en crisis de todo tipo en un verano que se presenta más caluroso que de costumbre por lo del cambio climático, pero sin esperanza alguna de solución al desempleo y otros males.
Realmente el escándalo estalló en enero, cuando fueron divulgados los documentos que sugieren la implicación de Rajoy y de integrantes de la cúpula de su partido en cobros de importantes sumas en efectivo de forma ilegal.
Los llamados “papeles de Bàrcenas”, como se conocen popularmente y que llevan el apellido del principal implicado en lo que hoy ya es una causa judicial y fechados entre 1990 y 2008, demuestran que los denunciados recibían importantes cifras de dinero.
Luís Barcenas, actualmente detenido fue senador del PP y tesorero de esa organización política, desde 1990 hasta 2009, cuando se vio obligado a renunciar. Este señor ya había sido implicado en otro caso de corrupción, conocido en España como “la trama Gurtel”, por el que fue acusado de fraude fiscal y financiamiento ilegal.
En pleno proceso de investigación, es que se descubre que Bárcenas había abierto una cuenta en Suiza que llegó a tener unos 22 millones de euros. Los dirigentes del PP niegan que la misma esté relacionada con su organización.
Según revelaciones periodísticas, el nombre del actual jefe de gobierno español aparece varias veces en los documentos y junto a su nombre las cifras de 25,200 euros al año, desde 1999 hasta 2008.
Como era de esperar, Rajoy niega haber recibido ningún pago secreto y afirma que las acusaciones contra él y su partido son falsas.
Lo más reciente del culebrón han sido las notas publicadas por la prensa que supuestamente se intercambiaron el actualmente detenido Luís Bárcenas y Rajoy y otros personajes acusados de recibir importantes sumas de dinero de forma ilegal.
Por su parte, voceros de la oposición exigen la dimisión de Rajoy y que se investigue todo lo relacionado con este escándalo, que no es nada nuevo en España, pero sí el primero que involucra al jefe de gobierno en funciones. Algunas voces van más allá y reclaman el adelanto de las elecciones generales.
De no ser por la seriedad del caso, provocaría risa una nota publicada a mediados de julio, en la que la Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional, acordara por unanimidad, pedir a un juez de refuerzo para poder atender tanto trabajo, lo que se instruye en el caso Gurtel como el de los papeles de Bárcenas.
Quizás, como buen culebrón, el final de este espectáculo sea feliz y los principales inculpados en la causa terminen libres de toda culpa, con sus cuentas bancarias a salvo y solo algunos recibirán el castigo, los que permitirá a los “honestos” políticos seguir disfrutando de esa democracia que tanto les conviene.

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