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El multilateralismo no es la causa de las crisis mundiales

2 de diciembre de 2025

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La situación de crisis generalizada, incertidumbre, violencia y guerra, acompañada de hambre y epidemias más el agravamiento de los desastres naturales debido al cambio climático, comienza a ser atribuido por algunos teóricos recién aparecidos de manera sospechosa al fenómeno mundial del multilateralismo, o sea, a la participación de diferentes y múltiples factores y naciones que introducen nuevos y variados intereses en el panorama mundial, décadas atrás hegemonizado por unos pocos y aún víctima evidente del viejo colonialismo europeo, acompañado a partir de la Segunda Guerra Mundial por el emergente imperialismo norteamericano, afanoso por apoderarse del planeta como cabeza del sistema capitalista y de los monopolios.

La desintegración de la Unión Soviética y el campo socialista europeo a partir de las décadas postreras del pasado siglo despertaron en los círculos imperialistas un júbilo que a todas luces fue exagerado y les hizo creer llegado el momento propicio para apoderarse de la humanidad entera, lo cual les condujo también a cálculos políticos erróneos.

La nueva China tras las políticas de reforma y apertura se apoyó en las décadas anteriores de desarrollo socialista, como ocurrió con la recién surgida Federación de Rusia, y ambas experimentaron saltos económicos y científicos de dimensiones imprevistas por los estrategas imperialistas, mientras llevaban acabo un acercamiento estratégico sin precedentes hasta hoy.

La multipolaridad se disparó como consecuencia de estos avances que marcharon acompañados de nuevos y pujantes conceptos sobre la soberanía nacional, el intercambio comercial, las inversiones extranjeras y la cooperación internacional sobre bases de verdadera justicia y equidad.

El saqueo neocolonial comenzó a ser desenmascarado mientras ascendentes potencias regionales ocupaban posiciones cada vez más destacadas, sin ánimos de codicia imperial, y se abren paso desde entonces en un ambiente de respeto a la legalidad internacional y el respeto mutuo.

La nueva realidad comenzó a reflejarse sobre todo en el seno de las organizaciones internacionales ya existentes, cuyos novedosos enfoques le han valido el odio y el desprecio, por ejemplo, del actual gobierno imperialista de Estados Unidos, que aspira a la destrucción de todos los mecanismos de integración y cooperación internacional en cuantas esferas tenga oportunidad de hacerlo.

El multilateralismo crece y se fortalece; su existencia impide el hegemonismo, el abuso y la arbitrariedad en las relaciones internacionales y otorga a cada uno su oportunidad de exponer su posición con limpieza y claridad.

Aterrado ante las oportunidades y avances del multilateralismo en los últimos tiempos, el mundo unipolar intenta aferrarse, como así hicieron todos los imperios cuando advirtieron llegado su momento de decadencia.

Esa es hoy la verdadera causa de las crisis mundiales.

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