Rechazo y repudio al crimen
28 de septiembre de 2025
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No menos que el rechazo y repudio generalizados, acompañados por la ausencia digna del salón de sesiones de la Asamblea General, acaba de merecer la presencia bochornosa y sangrante de Benjamín Netanyahu en ese sitial al que supuestamente deben concurrir solo las personas decentes y moralmente valoradas con un mínimo de humanismo y sentido del deber y la responsabilidad ante la civilización toda, incluidas las leyes internacionales vigentes atenidas al derecho y la Carta de Naciones Unidas.
En esta ocasión, quien escaló el escaño oratorio fue precisamente un violador sistemático y sangriento de la citada Carta constitutiva de Naciones Unidas y de todos los principios y legislaciones que de ella se derivan, tal como fue confirmado por la ausencia masiva de las delegaciones asistentes, al margen de ideología, credos, posiciones políticas o económicas o regiones geográficas.
El acto de Netanyahu se tornó una comedia o, mejor dicho, una burla bochornosa y un ejercicio de mentiras e hipocresía sin precedentes en los 80 años de esa organización,
Por el momento, y según los reglamentos aún vigentes en ese foro, el repudio y rechazo generalizados a la acción criminal de persecución, usurpación y exterminio que el ente sionista israelí lleva a cabo en la Franja de Gaza contra el pueblo palestino en el territorio que le pertenece y del cual ha sido por la fuerza expulsado, solamente pudo expresarse con la ausencia y con el voto condenatorio de la absoluta mayoría de los países del mundo que así lo notificaron y ratificaron.
Solo un reducido puñado de sus socios y patrocinadores permaneció en la sala para escuchar la retórica en la que muchos de ellos tampoco creen ya a estas alturas.
El reconocimiento mundial a la existencia de un Estado palestino independiente, libre y soberano, sobre sus propios territorios conculcados y con derecho pleno a su membresía en la ONU, crece con rapidez y es indetenible, tal como se ha mostrado en la reciente Asamblea General del 80 Aniversario de la ONU.
El heroico pueblo palestino paga aún un alto precio por su libertad e independencia, pero seguramente, de algún modo, la conquistará.
Así se vio confirmado en Nueva York.
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