ribbon

Carlos Roloff, el polaco de Cuba (II)

24 de septiembre de 2025

|

 

Roloff, al centro, en los días de la Guerra Grande. Fotyo tomada de Ecured

Roloff, al centro, en los días de la Guerra Grande. Fotyo tomada de Ecured

 

Al decir del historiador Rolando Álvarez Estévez, “desde que Roloff conoció a Martí fue como un dispositivo que lo impulsó a su plena identificación con Cuba. Aquella relación comenzó en el Comité Revolucionario Cubano en Nueva York durante la Guerra Chiquita de la cual Roloff fue uno de sus organizadores hasta el fracaso de ese intento revolucionario. Como otros llegó a tierras donde admiraban la hazaña de los patriotas cubanos.

 

En Honduras fundó familia.

Con su talento y capacidad de trabajo logró comodidades que no dudo ni un momento en abandonar al llamado de Martí cuando éste organiza la guerra necesaria.

De este hombre resaltó el Apóstol: “el alma indómita, el tesón habilidoso, el trabajo continuo, la mirada centelleante –recordábamos en él a aquella Polonia vencida por sus propias castas, más que por el ruso Muravieff, a la Polonia conmovedora y heroica de 1832 y 1863, a aquellos héroes que el polaco de Cuba no sabía recordar sin levantarse de la silla”.

Otra vez en los Estados Unidos se convierte, junto al Mayor General Serafín Sánchez, en los dos principales colaboradores de Martí en Tampa y Cayo Hueso. Allí compartió su vida con los tabaqueros cubanos.

En su humilde hogar encontró refugio el Maestro.

Laboró con ahínco en las organizaciones de base del Partido Revolucionario Cubano. Fue designado, también con Serafín Sánchez, en la jefatura de la importante expedición que arribó el 25 de julio de 1895, por Tayabacoa, territorio de Sancti Spíritus.

 

El General Roloff en el desembarco de una expedición. Foto Ecured

El General Roloff en el desembarco de una expedición. Foto Ecured

 

Por sus méritos y capacidad militar fue nombrado primer jefe del Cuarto Cuerpo del Ejército Libertador, Secretario de la Guerra e Inspector General del Ejército. Sobresalió además como un gran organizador de expediciones, “por lo cual, aun siendo Secretario de la Guerra sufrió detenciones y prisiones en Estados Unidos”, como afirmó Álvarez Estévez.

Laboró incansablemente en lo que sería el libro Índice del Ejército Libertador de Cuba, publicado en 1901. Se conoce que en plena intervención militar norteamericana los jefes interventores presionaron a Roloff –lo que nunca lograron- para que entregara sus listas de combatientes, con el deliberado propósito de incluir en ellas los nombres de anexionistas, oportunistas y colaboradores de los ocupantes.

 

Fue ante todo un hombre honrado.

En tiempos en que se entronizaba en Cuba el fraude y la corrupción en las más altas esferas del poder, mantuvo una actitud ejemplar al frente de la Tesorería General de la República, cargo del que fue fundador y estuvo hasta su muerte, ocurrida el 17 de mayo de 1907, en su modesta casa de Guanabacoa.

Ciudadano cubano desde 1902, Carlos Roloff, figuraba entre los tres únicos combatientes extranjeros que podían optar por la presidencia de la República de Cuba de acuerdo con la Constitución de 1901.

Los otros eran el dominicano Máximo Gómez y el puertorriqueño Rius Rivera.

Galería de Imágenes

Comentarios