Bolivia en crisis
2 de agosto de 2025
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Si la derecha no estuviera dividida, tendría grandes posibilidades de ganar en las elecciones presidenciales de este 17 de agosto, volver a insertar el neoliberalismo y eliminar a un Estado Plurinacional que ha soportado 20 años de embates.
Ahora el presidente Luis Arce inaugurará 200 obras sociales en saludo a la fecha independentista, pero no es lo suficiente para ocultar que Bolivia se halla sumida en una crisis política y económica profunda, marcada por la fragmentación del Movimiento al Socialismo (MAS) y un creciente descontento social.
El golpe de Estado para hacer renunciar a Evo Morales en el 2019, y la posterior asunción ilegal de la fascistoide y corrupta Jeanine Añez como presidenta interina, generaron divisiones profundas en la sociedad boliviana, exacerbando tensiones históricas y étnicas.
Bolivia ha experimentado una fragmentación política significativa. El MAS, que antes aglutinaba a diversos sectores sociales, ha visto cómo su cohesión se ha debilitado, especialmente tras la ruptura entre Morales y Arce.
La crisis económica en Bolivia se manifiesta en escasez de combustible, aumento de precios y protestas masivas. La falta de respuesta del gobierno ha intensificado el descontento popular, lo que se traduce en movilizaciones que buscan soluciones inmediatas a problemas estructurales.
La crisis política ha generado tensiones étnicas y regionales, exacerbando las divisiones preexistentes en el país. La población indígena, que constituye una parte significativa de la sociedad boliviana, ha enfrentado discriminación y marginalización histórica, lo que ha contribuido a la fragmentación social.
OBSTÁCULOS
Además, las diferencias ideológicas entre partidos políticos y líderes han polarizado aún más a la sociedad boliviana. Estas divisiones han dificultado la búsqueda de soluciones consensuadas y han obstaculizado el avance hacia una reconciliación efectiva.
En fin, la complejidad de la situación política y social en Bolivia se ve agravada por desafíos económicos y de desarrollo. La incertidumbre política ha tenido un impacto negativo en la economía del país, generando inestabilidad financiera y obstaculizando el crecimiento sostenible.
En este contexto, es fundamental que se promueva el diálogo y la participación ciudadana para abordar de manera integral los desafíos que enfrenta Bolivia. La construcción de consensos, el respeto a los derechos humanos y la promoción de la justicia social son aspectos cruciales para la búsqueda de soluciones duraderas.
La lucha contra la corrupción y la necesidad de fortalecer las instituciones gubernamentales son desafíos clave que deben abordarse para restaurar la confianza en el sistema político y promover la estabilidad.
Las diferencias en torno a cuestiones como la gestión de recursos naturales, los derechos indígenas y la descentralización del poder han generado conflictos persistentes que requieren una atención urgente por parte de las autoridades.
Asimismo, la necesidad de promover la inclusión y la igualdad de oportunidades para todos los grupos étnicos y sociales en Bolivia sigue siendo un desafío crucial que requiere medidas concretas y sostenidas.
El contexto socioeconómico y la discriminación étnica han sido factores determinantes en la configuración del panorama político boliviano, lo que añade capas de complejidad al análisis de la situación actual. Los conflictos entre diferentes grupos étnicos y sociales han permeado la esfera política, influyendo en la toma de decisiones y afectando la estabilidad del país.
La influencia de actores internacionales en la política boliviana, especialmente en la gestión de recursos naturales y en la geopolítica regional, también ha dejado una huella significativa en la situación actual. Estos factores externos han contribuido a la polarización y a la incertidumbre sobre el futuro del país.
PESIMISMO MUTUO
Al principio apuntamos como la derecha llega desunida a los comicios del venidero 17, algo que también ocurre en la izquierda, en lo que sobresale la renuncia de Arce a la reelección y el impedimento constitucional a Evo Morales para que se postule a la presidencia.
En la derecha, pese a que el millonario Samuel Doria Medina (Alcanza Unidad) y Jorge Turo Quiroga (Alianza Libre) iniciaron sus campañas desde finales del 2024 y ya invirtieron millones en ellas, ninguno llega al 20% de la intención del voto.
Doria Medina apenas logra 18,7 puntos porcentuales, mientras que Quiroga registra 18,1 unidades de 100, seguidos del representante del bloque nacional popular Andrónico Rodríguez, quien recién inició oficialmente su accionar proselitista y en este último sondeo logró 11,8%
Sin embargo, inquieta a los sectores afines a la derecha que el voto residual suma 31,9 unidades porcentuales, cifra mayor a la de preferencia de cualquier candidato, y si Rodríguez logra capitalizarla rebasaría los 40 puntos necesarios con 10 de diferencia respecto al segundo lugar para lograr la silla presidencial.
Otros integrantes del bando conservador también causan desánimo en los sectores afines a la oposición contraria al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), pues Manfred Reyes Villa (Autonomía Para Bolivia Súmate), ubicado cuarto, solo logra el apoyo del 8,2%; y el senador Rodrigo Paz (Partido Demócrata Cristiano) apenas registra 3,2%.
El alcalde de Santa Cruz de la Sierra (Unidad Cívica Solidaridad), Jhonny Fernández, 2,5%; Eduardo del Castillo (MAS), 2,3 unidades sobre 100, y la representante del Movimiento de Renovación Nacional, alcaldesa de El Alto, Eva Copa, 0,6 puntos de 100, cierran el listado con riesgo de no alcanzar el 3% necesario para que sus agrupaciones políticas mantengan la personalidad jurídica.
REGAÑO
Desde Estados Unidos, en tanto, el millonario nacido en Bolivia y nacionalizado norteamericano Marcelo Claure reflejó en sus redes sociales el sentimiento de frustración de los sectores partidarios de derrotar al gobernante MAS.
El accionista principal de la australiana Ausenco, una de las corporaciones más grandes del mundo dedicadas a la industrialización del litio (Bolivia posee la mayor reserva certificada del planeta con 23 millones de toneladas), remarcó que es necesaria la unidad de la derecha para derrotar al bloque nacional popular.
“Cinco candidatos de oposición es una irresponsabilidad. Bolivia necesita unidad, no división. Solo así podremos derrotar al oficialismo y comenzar la reconstrucción del país (…), es momento de actuar con firmeza”, regañó el millonario en una clara expresión de injerencia en los comicios bolivianos.
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