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El rearme europeo: ¿amenaza o alivio para la paz mundial?

2 de junio de 2025

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Tras haberlo anunciado en sucesivas ocasiones en los últimos tiempos -sobre todo tras el inicio del conflicto ucraniano- la Unión Europea ha aprobado finalmente y hecho público que destinará 180 mil millones de euros (170 mil millones de dólares) para el rearme europeo, lo que han llamado eufemísticamente como “Acción de Seguridad para Europa”.

Se trata del primer programa en la historia de la UE que se lleva a cabo, desde su fundación, para aumentar en tal magnitud el monto de sus capacidades en esta materia.

Significativamente, este paso se da en momentos en que sus relaciones con Estados Unidos pasan por un difícil proceso de frialdad que se atribuye a puntos de vista divergentes respecto a Ucrania y las posibilidades de lograr la paz allí y también a la imposición de los aranceles por parte de Washington, que la UE ha considerado arbitrarios y excesivos poniendo en crisis el equilibrio comercial que ha caracterizado a ambas partes hasta ahora, según los europeos reclaman.

Coincidentemente, sin embargo, este rearme no solo trata de beneficiar al complejo militar-industrial de Europa -a donde irán a parar las jugosas compras -sino a cumplir finalmente las instrucciones que Donald Trump les dio desde su pasado mandato; que deben dedicar hasta el 5 por ciento de sus presupuestos nacionales respectivos al gasto militar y no seguir descansando en la “ayuda” estadounidense que, por otra parte, les ha servido para facilitar su crecimiento económico tras la década de los 50 del pasado siglo.

Este tema de la “independencia militar” de Europa se conecta nuevamente con la idea del “ejército europeo”, al margen de la OTAN, que ha sido promovido ya en anteriores ocasiones y a la cual Estados Unidos se ha opuesto consistentemente.

Para la administración actual de Trump la noticia del rearme europeo y el inicio de su materialización real puede tener diversas interpretaciones y consecuencias, según el punto de vista con que se mire, donde no faltará la influencia de los sectores más guerreristas por ambas partes.

El resto de la humanidad se preocupará también en cuanto a que todo este forcejeo interimperialista pueda significar una nueva amenaza, lejos de un alivio para la paz mundial, alentando las ganancias insaciables de los promotores de la guerra.

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