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José Martí y la dignidad y la honradez de los seres humanos

21 de marzo de 2023

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Raúl Martínez (Ciego de Ávila 1927-La Habana 1995) Estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes de San Alejandro y en el Institute of Design de Chicago, Estados Unidos. Fundador de la Sociedad Nuestro Tiempo y del grupo de pintura abstracta Los Once. Martí, 1971 Tinta sobre cartulina 72 x 50 cm Colección del CEM

Raúl Martínez, 1971, Tinta sobre cartulina, 72 x 50 cm, Colección del CEM

 

Una gran importancia le concedió José Martí a la dignidad y a la honradez como cuestión fundamental en la vida de los seres humanos.

A través de su breve pero fecunda existencia, en diferentes trabajos, cartas, discursos y obras dejó constancia de la significación que le atribuyera a la dignidad a la que catalogó como una esponja puesto que según afirmara se la oprime, pero conserva siempre su fuerza de tensión.

Esto lo señaló en el folleto titulado Guatemala, escrito por él en 1877 y publicado al año siguiente.

En esta obra también llegó a expresar: “La dignidad nunca se muere.”

Casi un decenio más tarde en una de sus colaboraciones reflejadas en La Nación de Buenos Aires, exactamente el dos de julio de 1887, Martí igualmente hizo el siguiente planteamiento relacionado con la trascendencia de la dignidad, al exponer: “…y ese esplendor, tan grato de ver que sólo la fuerza de la dignidad da al hombre.”

Y además enfatizó al resaltar la importancia que tenía lograr el desarrollo de la dignidad entre los hombres y mujeres: “Una semilla que se siembre no es sólo la semilla de una planta, sino la semilla de la dignidad.”

En otras ocasiones Martí también expuso conceptos tales como la utilidad de la virtud, la bondad y la honradez, cuestiones básicas para, a su vez, ser un hombre digno.

Enfatizó que había que dar ocasión a lo mejor para que se revele y prevalezca sobre el peor.

Él luchó porque prevaleciera entre los seres humanos en general, y particularmente entre los cubanos, la dignidad y la honradez.

Y atendiendo a ello planteó que su pueblo debía estar conformado por una suma de hombres y mujeres virtuosos y dignos.

Precisamente en una de sus reflexiones acerca de estos temas íntimamente relacionados con las condiciones y características de los seres humanos y de los pueblos, expuso que pueblo grande, cualquiera que sea su tamaño, es aquel que da hombres generosos y mujeres puras.

Y agregó seguidamente: “La prueba de cada civilización humana está en la especie de hombre y de mujer que en ella se produce.”

Él igualmente afirmó que a los hombres los reúne el vicio o la virtud y precisó que sólo las virtudes producen en los pueblos un bienestar constante y serio.

Consecuente con estos principios se desarrolló la existencia de José Martí. No concibió la vida alejada de la dignidad, de la honradez, de la justeza y del hecho de sentirse útil para los demás y para su patria.

Martí además consideró que un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa no es un hombre honrado y no concibió poder llevar adelante una vida digna sin tener como premisa fundamental la honradez.

Acerca de este tema en un trabajo publicado en La Nación, de Buenos Aires, el 15 de agosto de 1886, manifestó: “La honradez debía ser como el aire y como el sol, tan natural que no se tuviera que hablar de ella.”

Martí además aseguró que las almas nacidas para la honradez no tienen convivencia, ni viven tranquilas, fuera de la honradez.

José Martí con su modo de actuar y relacionarse con múltiples personas demostró la validez de estos y otros principios por él expuestos con respecto al desarrollo pleno de la vida.

Más allá de lo señalado por él en discursos, cartas, poemas y trabajos periodísticos, incluso en los apuntes y fragmentos que aparecen reflejados en sus Obras Completas pueden hallarse otros conceptos medulares que tienen un valor y una vigencia extraordinaria.

Y es que para él “la vida es inspiración, la vida es fraternidad, la vida es estímulo, la vida es virtud.”

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