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“Escribir una canción es fácil, pero…”

6 de enero de 2023

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Bajo tal título, el 22 de mayo de 1939 Ángel García Torres, periodista del diario habanero ¡Alerta! publicó un artículo que me parece importante dar a conocer a los lectores de nuestra sección.

Se componen diariamente veinte canciones en nuestra República. El 60 por ciento de esas canciones va a parar al Registro de la Propiedad Intelectual. El resto desaparece. Pero, de todas maneras, son 20 canciones por día. Es decir siete mil trescientas veinte por año. Por supuesto que no todas estas composiciones llegan a publicarse o estrenarse siquiera. Muchas de ellas mueren antes de nacer. Trágica y prematuramente. Pero destinadas a la vida o a la muerte, las canciones nacen sin solución de continuidad.

Esta fecundidad deja en pie una pregunta. ¿Es fácil escribir canciones? Pareciera contestar en forma absoluta. Parece que sí. El número abundante nos dicta ese convencimiento. ¿Es necesario ser poeta? ¿Se requiere poseer grandes conocimientos musicales? ¿Hay que saber algo de música o de literatura? No podemos contestar en forma absoluta. Se puede componer una canción sabiendo música y sin saberla. Se pueden escribir versos populares teniendo conocimientos de literatura y sin tenerlos.

¿El tema? Cualquiera. El amor, la muerte, la tierra, el viento, las flores, la historia…. Todo sirve para la temática de la canción. Se trata de hacer versos más o menos parejos adaptados a una música o una música adaptada una letra. Y ya está la canción. Esta abundante producción da a entender, sin entrar mucho en el estudio, que la originalidad no es el mérito más destacable de las canciones que se componen. Hay líneas de canciones: dentro de esas líneas se repiten los temas. Las composiciones que entran en la popularidad tienen, casualmente, esa facultad de abrir líneas para los demás compositores. Unos repiten la suerte brillante de otros. Y el plagio y la continuación suceden.

Queremos decir, que allí, en la originalidad del tema, descansa una de las virtudes de la canción. De la buena canción, que es la que nos interesa. Por eso, contestando en parte a la pregunta del título, diremos que es fácil hacer una canción… pero una canción original es difícil de lograr.

Nadie sabe, por otra parte, cuándo una canción habrá de tener éxito. Muchas composiciones de calidad y de extraordinario mérito, aparecen como triunfando el día del estreno para luego apagarse inevitablemente. El público no la agarra». No la entiende. Y la canción que nació predestinada al triunfo entra en la noche larga del fracaso.

Otras canciones, en cambio, aparecen modestamente. Nadie da nada por ellas y al correr de los pocos meses, ya son populares. En eso se equivocan hasta los mismos autores, y hasta los propios intérpretes.

Quiere decir que el autor y el intérprete nunca saben cuándo están frente al éxito. Por ello nadie puede afirmar «a priori», que ha escrito o cantado una composición de seguro éxito. Este es un factor que hace difícil la escritura de una buena canción.

Se escriben siete mil canciones y solo una decena llega a ser populares. Un centenar llega apenas a conocerse. El resto nace y muere, sin que nadie se entere de ello. Quiere decir que para escribir diez éxitos verdaderos hay que sacrificar siete mil páginas, arruinar siete mil letras, quemar siete mil melodías. Siete mil golpes de inspiración trabajan para diez momentos felices. Sacrificio terrible e inevitable.
¿Triunfan las mejores canciones?

Sí. Cuando una canción llega a la popularidad es porque tiene algo dentro.

Por supuesto, que hay dos clases de triunfos: el pasajero y el permanente. Ya desde este punto de vista la cosa es más fácil. Podemos asegurar que de esos diez éxitos anuales solo uno o dos quedan en el campo de las composiciones permanentes. Hacer una canción que no muera como las mariposas es obra de titanes, de genios.

Pero todos los años algo se agrega al cancionero cubano. Y así, poco a poco, nuestro país va conformando su repertorio, cuya calidad va en contra de las opiniones que se ensañan con su calidad.

De todas maneras, podemos asegurar que la confección de una canción es fácil… lo difícil es que se haga popular…

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