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El viento jamás se lleva el ímpetu

9 de mayo de 2013

Por Jaime Masó Torres

“Borrar las huellas” / Foto Néstor Martí

Los trágicos días en que un huracán con aires de odio quisieron borrar a Santiago de Cuba y a otras provincias del país, han sido recogidos en más de un reportaje, en varias crónicas cargadas de sentimientos heridos con los testimonios de quienes sobrevivieron a “Sandy”. A ello también se unen las imágenes captadas por Julio Larramendi junto a otro grupo de fotógrafos de esa suroriental provincia.
“Borrar las huellas” es el título de la  exposición,  que llegó hasta La Habana y específicamente a un lugar sacrosanto como lo es  el claustro-norte galería en el segundo piso del Convento de San Francisco de Asís, ubicado en el Centro histórico capitalino.
A la inauguración del conjunto fotográfico asistió, junto a otras figuras invitadas, el Doctor Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad de La Habana,  quien calificó de “testimonio poderoso para las generaciones futuras” las 100 gigantografías exhibidas. Además, señaló:
“Santiago de Cuba después del ciclón, ha sido el escenario de uno de los esfuerzos más extraordinarios realizado por la nación para preservar el patrimonio pictórico- material e inmaterial de una ciudad en la cual descansa una buena parte de la historia de la nación. Fueron afectadas miles de viviendas, templos, monumentos, lugares que, a lo largo de los siglos, se mantuvieron inhiestos. Era lógico que las imágenes captadas por Julio (Larramendi) en esta primera hora, sean las imágenes naturales de cualquiera de nosotros en una circunstancia parecida: dolor, tristeza, pena infinita y que pensaron y exclamaron que nada volvería a ser igual. Los árboles también cayeron  como cortados con una guadaña poderosa y, sin embargo, la nación en vísperas del Quinto Centenario de Santiago y en vísperas de las grandes celebraciones nacionales que tendrán lugar en breve, ha empeñado todo su esfuerzo. Pero el esfuerzo principal siempre en estos debates lo lleva el pueblo generoso y la nación misma que el pueblo encarna”.
Con generosa gratitud, Eusebio Leal extendió su reconocimiento al Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba, el Máster en Ciencias y Arquitecto Omar López Rodríguez y a todo su equipo de colaboradores “ya que son-afirmó- fuentes de inspiración y al mismo tiempo depósito de la memoria junto a historiadores  y otros profesionales que han puesto el detalle para que todo sea restituido y sea aún más bello”.
Todos los destrozos  dejados por el temible meteoro, entre ellos las afectaciones a inmuebles con grandes valores como el museo Emilio Barcardí y el cafetal La Isabelica, este último Patrimonio de la Humanidad, son revelados por artistas del lente, como los hermanos René y David Silveira, Omar López, Miguel Rubiera, Jesús Vicente González, Julio Larramendi, Jorge Abdala, Jorge Luis Guibert, entre otros.
En otro momento, Bárbara Pesce Monteiro, coordinadora residente de las Naciones Unidas en Cuba, hizo referencia a los ingentes esfuerzos realizados por ese organismo y el apoyo de la comunidad internacional  que contribuyó financieramente a la restauración de las provincias afectadas. La ayuda también ha beneficiado la rehabilitación de unidades de salud dañadas por el huracán.
La muestra fotográfica “Borrar las huellas” quedó abierta a propósito  del XI Encuentro sobre Manejo y Gestión de los Centros Históricos que se desarrolla en la capital cubana.
“Estoy seguro-destacó Eusebio Leal- que muy pronto en los mismo lugares Julio podrá tomar un documental similar pero en el momento en que ya las flores comienzan a salir nuevamente en los árboles triunfadores”.
Para “Borrar las huellas” el lente de una cámara y el ímpetu de un pueblo que en Santiago trabajan afanosamente por la restauración de su urbanismo, su arquitectura y su eterna belleza.

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