Radio cubana: imaginación e iniciativa

22 de agosto de 2017

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Fernando Rodríguez Sosa

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Centro HIstórico de La Habana, Cultura, Oficina del Historiador de La Habana, Radio Cubana

 

 

 

 

Por Fernando Rodríguez Sosa

 

«Audiciones rutinarias, que se niegan a toda posibilidad de perfeccionamiento, y cuyos organizadores no han pensado jamás en crear un género nuevo… Y sin embargo, la experiencia personal me ha enseñado que con los  elementos más pobres, con la interpretación inteligente del más simple texto publicitario, se pueden hacer maravillas por radio. (…) Las posibilidades del radio son ilimitadas. Mil géneros inéditos pueden nacer a su amparo. Basta enfocarlo con un poco de imaginación y de iniciativa».

 

No se equivocaba Alejo Carpentier cuando desde las páginas de la revista Carteles, comentaba, en 1933, sobre su propia experiencia en la radio, en un artículo sugestiva y premonitoriamente titulado “La radio y sus nuevas posibilidades”. Porque grandes dosis de imaginación e iniciativa son imprescindibles, como bien lo saben quienes han estado vinculados a este medio, para trasladar un coherente, lúcido y válido mensaje a los oyentes.

 

Me atrevería a asegurar que el devenir histórico de la radio en Cuba está signado, también, por la imaginación y la iniciativa. Desde aquel lejano 22 de octubre de 1922 –fecha recordada por inaugurar las trasmisiones radiofónicas en la isla– hasta el presente, ambos términos resultan precisa definición de esas cualidades que caracterizan la labor que, por 95 años, ha desarrollado este medio de difusión.

 

Quien se cuestione la certeza de tal afirmación, lo invito a leer Estos rostros que se escuchan. En este libro, Josefa Bracero Torres ha reunido un conjunto de testimonios que, desde diferentes ángulos y perspectivas, recuperan la memoria de uno de los medios de difusión de mayor alcance y presencia en el ámbito de la isla, gracias a un desempeño caracterizado, asimismo, por la imaginación y la iniciativa.

 

Dividido en dos secciones, en la primera se recuerda, desde la razón y la pasión, en breves y emotivas crónicas, a actores, directores, locutores, guionistas, quienes ya no están físicamente pero resultan imprescindibles para contar la historia de la radio cubana. Mas de una veintena de entrevistas aparecen en la segunda parte del volumen en que los protagonista –actrices como Nilda Collado, locutoras como Lilia Rosa López, escritores como Gerardo Fernández, realizadores como Ramón Espiguls…– relatan sus angustias y esperanzas, sus éxitos y realidades, sus empeños y anhelos…

 

Antes de Estos rostros que se escuchan, Josefa Bracero Torres ya había dado a conocer dos obras de similar propósito y factura. Rostros que se escuchan (2002) y Otros rostros que se escuchan (2007) constituyen una fuente de información y conocimiento de insustituible valor sobre la radiodifusión de la mayor de las Antillas. Son libros en los que se encontrará siempre un sustancial aporte sobre la génesis, desarrollo y esplendor de la radio en Cuba.

 

Interesante y valiosa colección que, en su conjunto, se convierte en testimonio de un fenómeno, de una época y de sus protagonistas. «De las raíces radiales –asegura la autora, en la presentación del primer título de la serie– hago una selección que intenta representar los valores mas autóctonos. (…) Que hablen ustedes, protagonistas de la vida artística y cultural que conmueve a mi tiempo».

 

Sin la experiencia y el conocimiento profesional de Josefa Bracero Torres no hubiera sido posible conformar estas obras. Vinculada al medio radial durante casi medio siglo, ha sido locutora, periodista, guionista, directora de programas y ha desempeñado cargos de dirección en la radiodifusión provincial y nacional. Por sus méritos ha recibido, entre otras distinciones, el Premio Nacional de Radio, en el 2004, y la condición Artista de Mérito de la Radio y la Televisión, en el 2005.

 

Otro de sus empeños investigativos  aparece en el libro Silencio…se habla (2007), un exhaustivo y documentado acercamiento al decursar de la radio cubana, desde occidente hasta oriente, acompañado de documentos, fotografías y otros materiales de interés. Mujeres locutoras en Cuba (2011) es el título de otra de sus obras, que ofrece, además de la historia de la locución femenina en la isla, un útil diccionario con quienes han convertido sus voces en auténticos e insustituibles vehículos para  la comunicación.

 

Josefa Bracero Torres es dueña de muchos de los secretos de ese maravilloso instrumento de difusión que –también en palabras de Alejo Carpentier– es la radio, creación genuina de nuestra época. Y ello queda demostrado con esta serie que rescata el ayer de la radiodifusión cubana, para así comprender los retos del presente y prever las hazañas del futuro. Libros que son como un homenaje a quienes hicieron posible un acontecer cotidiano de alegrías y tristezas. Más, igualmente, obras que son como un permanente compromiso con la imaginación y la iniciativa que, de seguro, acompañará, por siempre, a estos rostros que se escuchan.